El dirigente ruso ordena un masivo despliegue militar en la frontera con Ucrania mientras se desmorona el alto el fuego en el este del país y la Red de Liderazgo Europeo advierte que cada vez es más probable una guerra generalizada.
Las redes sociales del este de Europa bullen estos días con fotos, videos y relatos sobre movimientos de tropas a ambos lados de las fronteras de Ucrania. Las autoridades militares de Kiev hablan de un masivo despliegue de 50.000 soldados rusos apoyados por carros de combate T-90, el más moderno en servicio. En la “guerra psicológica” que vivimos, como parte del enfrentamiento entre Rusia y la OTAN, estas cifras bien pueden responder a una campaña de desinformación con la finalidad de que los aliados se vuelquen con Ucrania.
Kiev concentra su Ejército en Donbass
Por su parte, la prensa rusa asegura que el Ejército de Kiev está desplegando en Donbass (región oriental de Ucrania) 65.000 soldados encuadrados en 70 batallones equipados con 400 carros de combate, 2.400 vehículos blindados, 100 sistemas múltiples de cohetes Grad y 800 cañones y morteros.
A pesar de la dificultad de contrastar las cifras de uno y otro lado, algunos datos contrastados sí permiten hacerse idea de cómo en estos días finales de agosto ha crecido la tensión entre Rusia y la OTAN, y los acuerdos de alto el fuego de Minsk son papel mojado.
Moscú traslada los misiles Iskander
El Ministerio de Defensa ruso anunció el 19 de agosto que acercaba a sus fronteras europeas los misiles Iskander-M con un alcance de 500 kilómetros. Señalaba que el movimiento de sus misiles tácticos más modernos formaban parte de un ejercicio en la región de Astrakhan (sur del territorio ruso) con el objetivo de efectuar disparos reales “contra instalaciones en tierra e infraestructuras de un enemigo simulado”. En los ejercicios participan 9.000 soldados y 3.000 piezas de artillería y vehículos blindados.
En la misma jornada Putin denunciaba en Sebastopol que “fuerzas exteriores están entrenando personal para llevar a cabo sabotajes con la finalidad de desestabilizar la península de Crimea.
Fracasa el alto el fuego
Dos días antes, el Gobierno alemán calificaba de “explosiva” la situación en el este de Ucrania y se aferraba al Acuerdo de Minsk como la única hoja de ruta viable, que en medios diplomáticos europeos se da ya por fracasada.
Las violaciones del alto el fuego por los dos bandos son constantes. Los independentistas prorrusos vuelven a disparar su artillería y misiles, que son respondidos por el Ejército de Kiev. La situación se ha tornado insostenible, es como si hubiese una decisión premeditada para que estalle una guerra en Ucrania que arrastre a Europa, coinciden en asegurar fuentes diplomáticas y de inteligencia.
Guerra en Europa
En este escenario, el 12 de agosto la Red de Liderazgo Europeo (ELN, por sus siglas en inglés) publicó
un documento de diez páginas en el que advierte que los ejercicios militares de Rusia y de la OTAN hacen “más probable” la guerra en Europa.
El ELN es una organización no partidista, sin fines de lucro con sede en Londres y formada por exdirigentes políticos, militares y diplomáticos que tienen como meta el control de armamento, la no proliferación nuclear y el desarme de Europa.
Integran su Consejo Ejecutivo ex ministros de Defensa, entre ellos Volker Rühe (Alemania), Des Browne (Reino Unido), Alain Richard (Francia), y ex Ministros de Relaciones Exteriores como Igor Ivanov (Rusia) y Malcom Rifkind (Reino Unido). Sus informes tratan de ser neutrales, si bien hay un mayor peso de los argumentos de la Alianza Atlántica frente a los de Rusia.
El documento destaca que “durante los últimos 18 meses, frente al telón de fondo de la guerra en Ucrania, la relación entre Rusia y el Occidente se ha deteriorado considerablemente”. Y agrega que el aumento de los ejercicios militares y su volumen cada vez mayor, tanto por parte de Rusia como de la OTAN, es uno de los elementos del nivel de confrontación al que se ha llegado.
Las maniobras militares revelan que Rusia y la OTAN se están preparando para un conflicto
La conclusión del informe es que, a pesar de que las dos partes mantienen que las maniobras militares están dirigidas contra “oponentes hipotéticos” su “naturaleza y escala” revelan los planes de guerra que cada uno tiene en mente. Todo indica que “Rusia se está preparando para un conflicto con la OTAN, y la OTAN se prepara para una posible confrontación con Rusia”, advierte la Red de Liderazgo Europeo.
“No sugerimos que uno de los dos bandos ha tomado la decisión de ir a la guerra o que sea inevitable un conflicto militar entre los dos, sino que la situación ha cambiado y el actual clima de tensiones crean una sensación de imprevisibilidad”. Achaca a Rusia parte de esta situación al no hacer públicas sus maniobras militares con antelación suficiente.
MIL 21 publicó el pasado
10 de julio un informe sobre los ejercicios militares de ambos bloques que habían llegado a un enfrentamiento de un nivel desconocido desde el final de la Guerra Fría hace un cuarto de siglo.
Mantener el diálogo
El documento del ELN hace cuatro recomendaciones:
1 - Es de importancia vital aumentar la comunicación entre la OTAN y Rusia con relación al calendario de los ejercicios.
2 - Las partes deben utilizar los canales que ofrecen organismos europeos como la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) para aumentar la confianza.
3 - Los políticos de ambos lados deben examinar los beneficios y peligros de intensificar los ejercicios en las zonas fronterizas. Si Rusia y la OTAN deciden en algún momento que quieren reducir las tensiones, podría ser un buen punto de partida mostrar restricciones en términos del tamaño o de los escenarios utilizados en los ejercicios.
4 - Deben comenzar tan pronto como sea posible los trabajos sobre un nuevo tratado que introduzca limitaciones territoriales recíprocas en el despliegue de armamentos específicos, con el respaldo de inspecciones severas.
Reuniones paralizadas
La propuesta del ELN de abrir urgentemente vías de diálogo y foros de trabajo coincide con la información adelantada por MIL21, el 3 de agosto, bajo el título
El Pentágono y Rusia negocian en secreto reducir la tensión bélica que daba cuenta de reuniones en un país del norte de Europa de altos mando militares norteamericanos y rusos para rebajar la tensión entre la OTAN y Rusia.
Un sector de la OTAN es contrario a mantener cualquier tipo de negociación con Putin
Fuentes de inteligencia europeas indican a MIL21 que al día de hoy las reuniones se han paralizado. Al parecer, un sector de la OTAN sostiene que en las actuales circunstancias mantener cualquier tipo de negociación con Rusia mostraría una debilidad de la Alianza Atlántica que no es tal, y que sería utilizada por Putin para consolidar sus posiciones y obtener ventaja política.
Abrupta respuesta de la OTAN
Desde esta perspectiva se analiza la abrupta respuesta oficial de la OTAN al informe del ELN. La portavoz adjunta de la Alianza, Carmen Romero, rechazó en conferencia de prensa que los ejercicios que se llevan a cabo en el este de Europa aumenten la probabilidad de una guerra con Rusia.
Expuso, una vez más, la doctrina oficial de la Alianza: “Todas las actividades militares de la OTAN son proporcionadas, defensivas y completamente en línea con nuestros compromisos internacionales”. Y agregó que “refuerzan la estabilidad y defensa de Europa en respuesta a la creciente agresión de Rusia”.
La española Carmen Romero, portavoz adjunta de la OTAN desde la época del secretario general Javier Solana y buena conocedora de los entresijos de la Alianza, afirmó con dureza que “la clara diferencia entre las acciones de la OTAN y las de Rusia es que la OTAN es una alianza defensiva mientras que Rusia ha enviado tropas a países vecinos y amenaza con situar armas nucleares cerca de las fronteras de la alianza”.
Ni blanco ni negro
Sin embargo, olvidó que Estados Unidos ha desplegado su escudo antimisiles balísticos en las fronteras con Rusia. Y que la que se siente amenaza es Rusia por la ampliación de la OTAN al Este; ampliación cuya última pieza es incorporar Ucrania a la UE y a la Alianza Atlántica. En este enfrentamiento de bloques nada es negro ni blanco y todo se mueve en la gama de grises; es decir, de los intereses de las grandes potencias.
Los antiguos países del Pacto de Varsovia mantienen las posiciones más beligerantes en contra Rusia
A juicio de las citadas fuentes de inteligencia es un síntoma positivo que la portavoz anunciase en la conferencia de prensa que la OTAN “mantiene abiertos los canales políticos y militares de comunicación con Rusia”. Romero no hace tal anuncio de no haber recibido órdenes expresas del secretario general Jens Stoltenberg, ex primer ministro de Noruega.
Se evidencia, una vez más, la división en el seno de la OTAN que la Alianza trata de ocultar y que se puso de manifiesto en la Cumbre de Gales (septiembre de 2014) en cuanto a la percepción de la amenaza rusa y el gasto destinado a Defensa por los países miembros. Estados Unidos y los antiguos países del Pacto de Varsovia hoy integrantes de la OTAN -con Polonia a la cabeza-, mantienen las posiciones más beligerantes en contra de Rusia.