El presidente del Gobierno en funciones, el líder del PP y el Rey Felipe no pueden permitir que alguien ajeno a los dos grandes partidos ocupe la presidencia del Congreso. La presidencia y la Mesa del Congreso son importantes después de las elecciones y deberían reflejar los resultados de las urnas. Hay dudas sobre si se dejará fuera al tercer partido más votado. Si no se logra una mayoría absoluta, habrá que esperar dos meses o ir a nuevas elecciones. El mes de junio será crucial, con elecciones europeas, vascas y gallegas. La presidencia del Congreso será fundamental en todas las negociaciones y soluciones posibles. También existe la posibilidad de que no se disuelvan las Cortes y que todas las elecciones coincidan en la misma fecha. Esto nunca ha sucedido en España, pero ha ocurrido en Bélgica.