En el Reino Unido se han registrado numerosos casos de abuso sexual infantil, con la participación de clérigos, maestros, políticos y miembros de la aristocracia. Las estadísticas muestran una gran cantidad de delitos sexuales contra niños en Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte. Incluso miembros de la familia real, como el príncipe Carlos, han estado involucrados en escándalos relacionados con la pedofilia. A pesar de algunos casos que llegaron a juicio, las penas impuestas han sido consideradas demasiado cortas.