El número de periodistas asesinados durante el año pasado creció un 50%, la mitad de ellos fallecieron fuera de las horas de trabajo. América Latina y el Caribe fue la región más mortífera para los comunicadores y México la ciudad más letal.
En algunos casos se podría visibilizar a un periodista y confundirlo con un espía o bien un secreta. Todo depende de la escuela en la que se hayan formado.
La víctima, que se dedicaba a investigar crímenes sin resolver, fue tiroteada en el centro de Ámsterdam cuando salía de grabar un programa de televisión, muriendo en el hospital nueve días más tarde. Otras dos personas han sido detenidas dentro del mismo operativo policial internacional, uno de ellos en Países Bajos y otro en Curazao.