San Francisco es el peor mercado inmobiliario de Estados Unidos, con una caída drástica en los precios de las viviendas. Los vendedores tienen cuatro veces más probabilidades de sufrir pérdidas en comparación con el promedio nacional. Además, la ciudad enfrenta problemas de seguridad pública y falta de vivienda. En contraste, ciudades como San Diego y Boston tienen una menor probabilidad de vender con pérdidas.