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Opinión

06/03/2020@16:24:23

Parece que los únicos objetivos que tienen nuestros gobiernos es llenar boletines oficiales con decretos que nos complican las cosas, nos suben los impuestos o nos imponen su sesgo ideológico.

No sabía a priori nuestro observador, Yony, cómo redactar el tema de los distintos conocimientos, su aplicación, y las respuestas prácticas que habían adoptado las diferentes culturas sobre ciertos aspectos muy importantes de la vida diaria, tales como la gastronomía, el alcohol o las relaciones de reproducción. Lo que no podía dejar de apreciar era el hecho de que unos dominaban cotidianamente unos temas y otros no se atrevían ni a pensarlos.

Lo bueno de este gobierno es que no da pausa, cada día nos sirve grandes titulares, unos parecen globos sonda y otros apuntan en direcciones que nos hacen temblar.

Pensaba Yony, al observar la mentalidad de la gran mayoría de los habitantes de los estados más desarrollados, que si pudiese se dirigiría a los habitantes del planeta Tierra con el fin de realizar una clarísima proclama en defensa del “Conocimiento”. De lo que aquí es conocido como el conocimiento científico. Él sabe que se denomina así porque el pensador, René Descartes, con ese nombre lo recogió porque era el que se obtenía al aplicar un método de trabajo al que mismo autor denominó, “Método científico”.

No tenemos tiempo para aburrirnos, cada día hay nuevas y jugosas noticias, el trabajo que hacen nuestros políticos puede parecer escaso, pero el ritmo es trepidante.

Después de la lectura de los dos artículos precedentes, a nuestro informante, Yony, le embarga la duda acerca de nuestras verdaderas relaciones públicas en lo que a la información y estados de opinión se refiere.

Cada día tenemos nuevas perlas, entrevistas y declaraciones de políticos que cuando superamos nuestra sorpresa, solo cabe ironía, risas y, previsiblemente, algunos lamentos.

Ha sido algo patético y un juego de niños ir anunciando los nombres de quiénes iban a formar el gobierno. Parece que los nuevos tiempos nos traen inmadurez, falta de respeto institucional y muchos recelos.

El pánico es el arma más letal y eficaz de los autoritarios, porque nubla la mente y provoca reacciones primarias como apelar a la violencia. Y la violencia, ya lo ha establecido la ciencia, no puede sino destruir aun en los casos de defensa propia y urgente.

Expliquemos una vez más que es esto del equilibrio de fuerzas: El Sistema solar es un equilibrio entre la fuerza de traslación propia de la materia de cada planeta y la fuerza de gravitación del Sol. Sin ese equilibrio, o el planeta se desplazaría sin rumbo por el universo, o si venciese del todo la gravitación, o fuerza de atracción del Sol, instantáneamente sería atraído y se fundiría con dicho astro rey.

Cuando se tiene un gobierno populista y embustero es cuando más se necesita una oposición seria y con sentido de Estado.

Disponer de un claro conocimiento de lo que es la llamada “Permeabilidad Social”, y saber circular por la gran mayoría de sus entresijos es imprescindible para conocer primero, y saber organizar después, de forma técnica y científica, un GSO.

Cuando hemos esbozado la Teoría General de los Conflictos (TGC), hemos dejado claro que la vida, tal como se presenta ante nosotros, es un conflicto permanente de fuerzas en constante contraposición y competencia.

La observación que realizó Yony, en el artículo pasado, le llevó a trasladar esa reflexión acerca de lo público y lo privado al escabroso tema del empleo, y su regulación de forma técnica y científica en esta sociedad, a su juicio, aún bastante mítica y dogmática.

De un somero análisis de toda la naturaleza, especialmente en todos los grupos de seres vivos, comenzando por las plantas, deducimos que siempre impera una aparente jerarquía.