Con el dinero que se les ha pagado las farmacéuticas, a sus accionistas, dado el maravilloso negocio producido por las vacunas, habría dinero para vacunar a todo el continente Africano y sobraría dinero.
Estamos ya en plena recta final de las elecciones del 4-M en Madrid y queda el sprint final entre la derecha y la izquierda. Acaba de pasar el esperado debate electoral con más pena que gloria.
En muchos casos se está tratando de no vacunar de manera urgente a las personas mayores y con patologías que se encuentran en prisión a pesar de los reclamos de las instituciones penitenciarias.
En lo que llevamos de elecciones a la comunidad de Madrid, precampaña y campaña, hemos asistido a lo que se ha convertido hoy día la política. Y me temo que años atrás no fue mucho mejor, pero la ciudadanía poseía menos información.
Las pensiones públicas están amenazadas cada día por buitres de toda laya. Si esto se deja a la deriva sin ejercer algún tipo de presión serán de beneficencia en un futuro no muy lejano sino lo son ya en muchos lugares.
Las historias de la emigración contadas dejan sin palabras, tanto que podrían parecer propias de un tiempo lejano y olvidado. Un hombre deja a su esposa y a su hijo en una ciudad miserable para intentar prosperar en un país desconocido al otro lado de Europa…
Hoy 23 de abril es el Día del Libro, cualquiera que me conozca sabe que para mí todos los días son el Día del Libro. Y, humildemente, creo que sería una excelente costumbre para todas.
Todos llevamos inmundicias encima, lo que pasa que en esta sociedad nos empeñamos en ocultarlas, en que no se vean. Taparlas para que el otro no se dé cuenta y no piense de mí que soy una mala persona.
Iglesias ha comentado por activa y pasiva: “No voy a tener una palabra mala contra fuerzas progresistas”. Y lo está cumpliendo a raja tabla. Yo haré lo mismo en este artículo. No voy a tener una palabra mala contra fuerzas progresistas.