El "Grupo de Liderazgo Climático de Ciudades C40" tiene objetivos ambiciosos para el año 2030, como eliminar el consumo de carne y lácteos, limitar los vuelos de corta distancia y reducir la propiedad de vehículos privados. Estos objetivos han recibido críticas y han sido implementados en algunas ciudades, lo que ha generado controversia. Además, se cuestiona la sinceridad de los líderes globalistas en su preocupación por el medio ambiente, ya que ellos mismos no siguen estas medidas. Se argumenta que estas políticas pueden perjudicar tanto al planeta como a las personas.