Investigadores han logrado enseñar a células cerebrales humanas en platos de laboratorio a jugar Pong en un entorno virtual. Este avance ha despertado interés en la comunidad científica y podría tener implicaciones significativas en nuestra comprensión del cerebro humano y en campos como la medicina regenerativa y la robótica. Aunque surgen preguntas éticas, este descubrimiento abre nuevas posibilidades para la investigación futura.