En mi anterior reflexión analizaba sobre la posibilidad de ser equidistante ante los conflictos actuales. Reconozco que en esta ocasión y a la vista de los acontecimientos he decidido dejar de serlo, aunque ello me traiga críticas feroces en un mundo donde el sionismo y la extrema derecha próxima se imponen de manera contundente.
Lo que estamos viendo y escuchando estos días a propósito del conflicto entre Israel y Gaza, a algunos nos recuerda dos películas míticas de la historia del cine.
A mis casi 80 años mantengo buena memoria, pero hay una cantidad de hechos, muy pocos, que por su simpleza y claridad dejaron en ella una especial marca.
No hay dudas que a mi edad, casi 80 años, dispongo de grandes amigos en quienes las neuronas les continúan funcionando mucho mejor que a mí, pero en éste tema tengo la satisfacción de gritar hacia todos los vientos que vengo ganando por goleada, para que no existan discusiones está escrito, fechas incluidas, todo en blanco sobre negro. En ésta competencia virtual participo con ventajas, siempre se los digo, vengo con mi origen argentino, a pesar de los muchos años que aquí resido permitió una escuela de aprendizaje casi única en el mundo.
2 am de la madrugada del pasado miércoles, Netanyahu sobre el escenario, se lo notaba con su mejor expresión, las tensiones habían quedado atrás, junto a su esposa comienza su discurso de agradecimiento, un verdadero show de exaltación personal, para que el mismo fuere completo solo faltaba que alguno de sus tantos colaboradores le acercara el celular diciéndole “en línea el Presidente Trump”, todo lo demás se dio al pie de la letra, el público durante largos minutos aplaudía y gritaba alabanzas al rey. Lo era.
Hace tiempo que había decidido, salvo circunstancias especiales, dejar de concurrir a la reuniones y celebraciones diplomáticas, pero la despedida, un reemplazo natural y ordenado, del Comandante de la Fuerzas Armadas, Teniente General Gadi Eizenkot luego de 4 años en funciones era una circunstancia que doblegaba cualquier pasividad mía, ni el frío y el fuerte viento que aportaba arena del desierto lograron que me quedara en casa, estaba claro que todos estarían, nadie faltaría.
No tenía previsto escribir, los festejos con champagne y whisky dejan poco tiempo para las lecturas, los millones de saludos que por mail se reciben convierten a todos en uno más entre muchos a los que generalmente nadie lee o presta atención, por ello seré corto, intentar que lo corto y bueno sea doblemente bueno.
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La alelopatía es un fenómeno que implica la inhibición directa de una especie por otra ya sea vegetal o animal, usando sustancias tóxicas o disuasivas.
Un partido amistoso a disputarse en Israel entre las selecciones de Argentina e Uruguay implica mucho más que una organización normal, de las acostumbradas, la realidad política de la zona hacía que hasta 48 horas antes nadie supiera si se jugaba o no, las raquetas que desde la Franja de Gaza se disparaban sobre el territorio de Israel eran el mayor signo de pregunta.
Uno de los mejores programas satíricos de televisión mostró un cuadro en donde se lo ve a Benjamín Netanyahu encerrado dentro de una celda, detrás de los barrotes, espacio que hace de oficina del primer ministro.
Soy de aquellos que poco o nada da importancia a las palabras, sí leo gestos y ojos, éstos son mucho más difícil de manipular.
Cuando hace unos días Benjamín Netanyahu realizó un viaje relámpago a Bruselas para entrevistarse con el Secretario de Estado de los Estados Unidos Mike Pompeo estaba claro que por delante un tema que hacía a la seguridad de Israel.
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