Un informe del New York Times revela que la DEA entregó a las autoridades mexicanas 23.000 mensajes de texto, declaraciones de testigos y documentos de investigación que evidencian la colusión entre el cártel Guerreros Unidos y militares y políticos mexicanos. Se señala que agentes de policía obedecieron órdenes directas de narcotraficantes en la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa en 2014, y se menciona la participación de un médico forense y el uso de un crematorio para deshacerse de los cuerpos. A pesar de las pruebas, el crimen sigue siendo un misterio debido a la obstrucción por parte de las autoridades.