Los paros y protestas que están ocurriendo en Bolivia, máxime en la zona de Santa Cruz de la Sierra, el oriente boliviano más rico y petrolero, así como la violencia desatada son síntomas de un sistema agotado y que ya no tiene nada que ofrecer.
Latinoamérica ya ha sido escenario hace más de un mes por altercados en las calles para protestar contra el régimen político, como sucedió en Colombia. Ahora los medios de comunicación y las redes sociales se vuelcan con el país centroamericano, Cuba.
La profesora argentina Paola Estefanía Tacacho fue asesinada a puñaladas por Mauricio Parada, un acosador y exalumno que la tenía en vilo desde hacía cinco años. Una cámara de seguridad grabó el momento del fatal desenlace...
Con la herida abierta tras el caso de George Floyd en Estados Unidos, y las revueltas derivadas del caso de Giovanni López en México, la historia se repite en plena vorágine mientras la sombra de la brutalidad policial se hace cada vez más y más grande.
Tal y como han informado los medios locales, las autoridades de México investigan como un homicidio la muerte de un joven que fue arrestado por policías en el estado de Jalisco supuestamente por no usar mascarilla en la calle durante la pandemia. Al día siguiente, cuando seguía bajo custodia, falleció en un hospital.
Este “espeluznante” caso, tal y como lo ha calificado el propio ministro de Salud de Ecuador, Juan Carlos Zevallos, es el de Alba Maruri Grande, una mujer de 74 años de edad que fue ingresada el pasado 27 de marzo en el Hospital de Guayaquil con fiebre y dificultades para respirar.
Argentina era rica, su ingreso per cápita -en dólares de 1992- era de US$ 3.797 en 1913, encima de Francia (3.452) y Alemania (3.134). Hoy es pobre. Aunque empezó antes, la caída se profundizó con Perón. Ahora, nadie es más peronista que los “antiperonistas” que le atribuyen al líder el ser omnipotente, al punto que él solo causó esta debacle.
|
Por Valeria Insfran Michelagnoli
Pese a que pueda sonar a teoría conspirativa, un tribunal de Perú ha asegurado a través de una resolución que el Covid-19 es "una invención de las élites criminales a nivel mundial". Pero no se queda ahí, ya que señala con nombres y apellidos a sus principales artífices: George Soros, la familia Rockefeller y el cofundador de Microsoft, Bill Gates. ¿Qué hay de cierto en todo esto? ¿Por qué no ha parado de crecer esta 'teoría' en los últimos meses?
Este martes, mientras el mundo miraba a Beirut, en otro punto del planeta se producía un sismo a nivel político: La orden de detención contra Álvaro Uribe y el huracán que le viene encima a Iván Duque, el presidente más joven en la historia del país.
Según datos del informe diario de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), el pasado domingo México vivió el día más violento del año, con 117 homicidios registrados en apenas 24 horas. Ni las medidas de confinamientos derivadas de la actual pandemia del coronavirus han conseguido frenar la escalada de crímenes, que se ha disparado en las últimas semanas.
Evo Morales alcanzó por primera vez al poder hace casi 14 años. Era el primer presidente indígena de Bolivia y su campaña a favor de las clases más desfavorecidas le impulsó hacia lo más alto. El pasado domingo, el comandante-en-jefe de las fuerzas armadas junto con el jefe de la policía nacional le exigieron que renunciara a su cargo, cediendo finalmente ante las presiones y una sociedad cada vez más polarizada.
La “derecha conservadora”, por tipificarla de algún modo, está ralentizando el potencial de crecimiento de sus países y dando lugar a un caos que aprovechan grupos de izquierda, en general violentos. Es que no comprende que los problemas sociales se solucionan con más libertad, nunca con represión y menos argumentando incoherentemente que se reprime para “defender la libertad”.
|