El pasado día 20 en comparecencia ante la prensa, el Vicepresidente de Castilla-León, Francisco Igea, pronunció una de esas frases memorables, que además sintetiza todo lo ocurrido en estos 17 mese de pandemia.
Nos hemos vuelto a equivocar por enésima vez. Lo hicimos hace un año, en los puentes de Octubre y Diciembre, en Navidad, Semana Santa… No tenemos remedio, porque no se puede dejar todo en manos de una parte de la sociedad que ignora el peligro y es ajena a la solidaridad.
Vuelvo a recuperar este título de un artículo escrito el 14 de Febrero de 2020, copiado de una gran canción de Diego Vasallo, en el que reflexionaba sobre la situación global en aquel instante.
Estamos ya en plena recta final de las elecciones del 4-M en Madrid y queda el sprint final entre la derecha y la izquierda. Acaba de pasar el esperado debate electoral con más pena que gloria.
Escribir esta reflexión después de escuchar la rueda de prensa del Presidente del Gobierno, en la que ha expuesto el plan de vacunación hasta finales de Agosto, da un plus de positividad después de unas jornadas especialmente pesimistas.
Los disturbios que ha provocado el encarcelamiento del rapero Pablo Hasel, deben hacernos reflexionar y profundizar más allá de la superficie de lo acontecido.
El pasado 15 de Mayo participé en el emblemático Palacio de Miramar de Donostia en un encuentro organizado por el Foro Social, que intentaba ser un punto y seguido en una ambiciosa experiencia que pusimos en movimiento hace tiempo y que titulamos “Acuerdo Social por la Convivencia Democrática”.
A las pocas horas, mejor sería decir minutos, de que finalizara el Estado de Alarma a las 00:00 horas del pasado día 9, una parte de la sociedad nos demostró, sin ningún lugar a dudas, que era una pésima decisión desde el punto de vista sanitario.
Lo sucedido en los últimos días nos indica que hemos tirado la toalla, hemos sido derrotados, en la lucha contra los dos virus que nos asolan, que infectan nuestra sociedad.
Observando las imágenes de los participantes en la recepción que se desarrolló en el Congreso de los Diputados, conmemorativa del 40 aniversario del 23-F, uno era consciente de que está desapareciendo aquella generación gloriosa de estadistas, que transitaron por el tardofranquismo y fueron protagonistas de nuestra Transición.
El 23-F es una fecha importante en la historia de nuestro país que debemos recordar, para que no nos pase lo de: “el pueblo que olvida su historia, está condenado a repetirla”.