La llegada de inmigrantes a las Islas Canarias parece no tener fin. Se han multiplicado por siete en plena pandemia, con más de 8.000 según datos oficiales hasta el pasado 15 de octubre. Una situación insostenible que está poniendo en serios aprietos a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como a las organizaciones de auxilio social y personal sanitario.