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El director del Instituto Americano de Investigación y Tecnología del Comportamiento, Robert Epstein, ha concluido que Google agregó seis millones de votos a favor de Joe Biden en las elecciones de 2020. Epstein ha estado investigando la influencia indebida de las grandes tecnológicas en el proceso democrático durante décadas. Su trabajo corrobora la manipulación de los motores de búsqueda de Google para mostrar resultados afines a su ideología. Esto plantea preocupaciones sobre la capacidad de una "élite científico-tecnológica" para manipular la política y el discurso público sin ser detectada.

El informe del Media Research Center revela que el sitio web de campaña de todos los rivales serios del presidente Joe Biden ha sido suprimido por Google, mientras que el sitio web de Biden se encuentra entre los principales resultados de búsqueda. El informe también destaca la preferencia de Google por sitios web de demócratas destacados y señala un sesgo en contra de los candidatos republicanos. Esta no es la primera vez que Google enfrenta acusaciones de censura y sesgo político.

El texto habla sobre la construcción de una ciudad futurista en Toronto, Canadá, a cargo de Sidewalk Labs. Esta ciudad inteligente busca mejorar la calidad de vida de sus habitantes mediante soluciones tecnológicas innovadoras, como sensores climáticos para despejar las calles en invierno y Wi-Fi gratuito para todos. También se enfoca en ser sostenible y reducir la huella de carbono, con sistemas inteligentes de recogida de basura y aplicaciones móviles para informar sobre espacios públicos. El objetivo es tener todo lo necesario a 15 minutos de distancia.

El candidato presidencial demócrata Robert F. Kennedy Jr. ha presentado una demanda acusando a YouTube y Google de llevar a cabo una "campaña de censura" contra sus comentarios antivacunas. Alega que YouTube violó sus derechos de la Primera Enmienda al eliminar videos de sus discursos y entrevistas. Kennedy afirma que el gobierno de Estados Unidos está silenciando a personas que no quiere que los estadounidenses escuchen, y YouTube utiliza políticas de desinformación médica para justificar la eliminación de los videos. La demanda busca medidas cautelares y declara la inconstitucionalidad de las políticas de YouTube.

La Junta de Estabilidad Financiera (FSB) ha solicitado un informe sobre el cambio de las big tech hacia los servicios financieros. Podrían ser obligadas a compartir datos con bancos y fintech para evitar competencia desleal. Esto podría afectar la capacidad de los bancos para generar capital. La FSB considera que las big tech deberían compartir datos para promover la competencia y garantizar igualdad de condiciones en el mercado.

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció un acuerdo de siete años con Google para convertir al país en un centro tecnológico. Google abrirá una oficina en El Salvador y utilizará inteligencia artificial para mejorar la salud y la educación, así como agilizar los procesos gubernamentales. El acuerdo también generará empleo y hará crecer la economía del país.

Google está probando un bot de inteligencia artificial llamado "Génesis" para escribir noticias y disminuir la dependencia de los reporteros humanos en la industria del periodismo. Aunque algunos están preocupados por el impacto de la IA en el periodismo, otros creen que puede ser una herramienta útil para los periodistas. Sin embargo, existe el riesgo de que se utilice incorrectamente y dañe la credibilidad de las organizaciones de noticias. Algunas compañías tecnológicas también han sido criticadas por utilizar contenido existente para entrenar sus sistemas de IA sin compensación para los creadores originales.

Varios gobiernos financian una reescritura de la ciencia climática en Wikipedia. El proyecto liderado por el Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo busca mejorar los artículos clave sobre cambio climático, pero hay preocupación sobre la imparcialidad y posibles agendas políticas. Expertos vinculados a la ONU y al IPCC están involucrados en el proyecto. Además, se ha revelado que la ONU se ha asociado con Google para controlar los resultados de búsqueda relacionados con el clima. La financiación proviene de gobiernos escandinavos y del Reino Unido, lo que plantea interrogantes sobre posibles sesgos.