Los españoles tienen el deber de elegir el futuro que quieren para España: una España dividida y derrotada o una España en pie, unida y próspera, con su agenda propia.
Todos los intelectuales coinciden en que la llegada del Brexit, Marine Le Pen o Trump, es un problema de la respuesta a la globalización. Otros matizan, quizá a una mala aplicación de la inevitable globalización.