El Vicepresidente JD Vance ha criticado a las naciones occidentales, incluyendo EE. UU. y Reino Unido, por su dependencia de mano de obra barata a través de la inmigración y la externalización, argumentando que esto ha estancado la innovación y el crecimiento económico. En un discurso reciente, defendió los aranceles de la era Trump como una estrategia para proteger industrias estadounidenses y revitalizar la manufactura mediante avances tecnológicos. Sus comentarios han generado tensiones diplomáticas con el Reino Unido y han reavivado el debate sobre el impacto de la inmigración en la productividad. Vance se posiciona como un puente entre optimistas tecnológicos y populistas, abogando por una innovación estadounidense que contrarreste los desafíos económicos actuales.
Los españoles tienen el deber de elegir el futuro que quieren para España: una España dividida y derrotada o una España en pie, unida y próspera, con su agenda propia.
Todos los intelectuales coinciden en que la llegada del Brexit, Marine Le Pen o Trump, es un problema de la respuesta a la globalización. Otros matizan, quizá a una mala aplicación de la inevitable globalización.