www.mil21.es

Gaza

Los nueve meses que duran ya los bombardeos israelíes han hecho imposible la producción local de alimentos en el territorio palestino asediado lo que, sumado a la denegación de acceso a la asistencia humanitaria e insumos agrícolas, ha dejado a medio millón de gazatíes en niveles catastróficos de hambre, alertan los organismos de la ONU.

El responsable del organismo para los refugiados palestinos señala que los equipos viajaban en vehículos blindados de las Naciones Unidas “claramente marcados” y que el desplazamiento había sido aprobado por las autoridades israelíes. La agencia para la infancia advierte que el número de niños muertos en Cisjordania se ha triplicado desde el 7 de octubre.

La ONU reitera la urgencia de un alto el fuego humanitario, insiste en que “nada puede justificar el castigo colectivo del pueblo palestino” y advierte que el sistema de ayuda humanitaria de la Organización está al borde del colapso. Palestina afirma que Israel ha fabricado una catástrofe humanitaria e Israel dice que Irán es el elemento central en la guerra.

Los trabajadores de socorro de la ONU advierten contra las disposición que manda a la población civil abandonar la ciudad de Gaza y exhorta a todas las partes a respetar el derecho internacional humanitario, en todo momento. Continúan los esfuerzos para apoyar a las comunidades desplazadas en toda la Franja.

Las recientes muertes de niños palestinos por desnutrición “no dejan dudas” de que la hambruna afecta a toda la Franja. La Oficina de Derechos Humanos expresa consternación tras nuevas órdenes de evacuación en la ciudad de Gaza que empujan a la población a zonas en las que Israel realiza operaciones militares.

El Secretario General reitera también su llamamiento a un alto el fuego en Gaza que garantice la entrega de ayuda humanitaria, ante la “anarquía total” en el enclave y la ausencia de una autoridad en la mayor parte del territorio. Por su parte, los trabajadores humanitarios advierten que las pausas en los combates anunciadas por Israel “no se reflejan sobre el terreno”.

La primera investigación en profundidad sobre lo ocurrido desde el 7 de octubre constata que Israel ha cometido el crimen de lesa humanidad de exterminio, usa el hambre como método de guerra e inflige un castigo colectivo en Gaza. Por su parte, Hamás y otros grupos armados palestinos cometen distintos crímenes de guerra, como atacar intencionadamente a civiles, tomar rehenes y utilizar la violencia sexual.

En los últimos diez días, el Hospital Nasser y los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) se han visto desbordados por cuatro incidentes con víctimas múltiples en el sur de la Franja.

La frase del título de esta reflexión hace referencia a tiempos convulsos como los que estamos viviendo.

Las nuevas hostilidades en Rafah y en el centro de Gaza se producen después de otro ataque el domingo contra una escuela del organismo de la ONU para los palestinos convertida en refugio en el campo de refugiados de Nuseirat. Al menos 17 personas murieron en el ataque a la escuela, según las autoridades locales.

La escuela era hogar de casi 2000 desplazados internos y fue escenario de decenas de víctimas. Según la agencia de asuntos humanitarios, 1,9 millones de gazatíes han debido desplazarse a causa de la guerra, incluidas algunas que se han visto obligadas a movilizarse hasta diez veces.

Los métodos y medios elegidos por Israel para llevar a cabo las hostilidades en Gaza desde el 7 de octubre, incluido el uso extensivo de armas explosivas con efectos de área amplia en zonas densamente pobladas, no han garantizado la distinción efectiva entre civiles y combatientes, alega un informe de la Oficina de Derechos Humanos.

Los desplazamientos, los ataques a la sanidad y el pésimo acceso de la ayuda humanitaria agravan la ya desesperada situación nutricional de los niños y niñas de Gaza.