Rusia ha lanzado su primera nave espacial de aterrizaje lunar en 47 años, en un intento por convertirse en la primera nación en lograr un "aterrizaje suave" en el polo sur lunar. La misión Luna-25 busca demostrar el poder del sector aeroespacial ruso y su independencia en el espacio. Rusia compite con India, Estados Unidos y China por ser los primeros en aterrizar en esta zona lunar, que se considera prometedora para la exploración humana debido a los depósitos de hielo de agua. El objetivo es recolectar muestras de rocas lunares y polvo para comprender mejor el entorno lunar antes de construir una base allí.