Los miembros de una organización criminal fueron secuestrados por otro integrante de la tripulación, de origen serbio, cuando realizaban un transporte marítimo de más de 2,3 toneladas de droga entre Sudamérica y España. Para hacerse con el control de la embarcación, el secuestrador disparó a uno de los hombres y arrojó posteriormente su cuerpo al mar.