Escribo esta columna desde una república, la Argentina, que va camino de ser Venezuela sino Cuba. Hoy, de entre los argentinos el 50% es pobre, el 95% tiene un salario mensual inferior a € 400, y algo tan normal como comprar -moneda extranjera- euros es “delito”. No hay vuelos, el país está cerrado. En contraposición, Isabel II es monarca de la potencia con la democracia más antigua, y envidiable.