Ardua tarea sería escoger el pecado capital que mejor define a los españoles. Según la literatura especializada nos debatiríamos entre la soberbia y la envidia. Ganando una u otra en función del autor leído. Tal vez eso es lo que ocurra con la llegada masiva de turistas europeos a nuestro país. Principalmente franceses en Madrid y alemanes e ingleses en Baleares. Los primeros ya están. Los segundos son esperados para la Semana Santa.
La jornada electoral del 4 de mayo será no lectiva en todos los centros educativos no universitarios de la Comunidad de Madrid, decisión adoptada en virtud de lo establecido en el artículo 13.6 del Real Decreto 605/1999, que señala que “en el supuesto de que el día fijado en los correspondientes Decretos de convocatoria para la celebración de las elecciones no sea festivo, se considerará inhábil a efectos escolares en el territorio correspondiente”, lo que conlleva, además, que no se recupere la jornada.
Dicen que después de la tormenta llega la calma... pero el terremoto político propiciado por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, al adelantar las elecciones en la región, no ha hecho más que empezar. Ha sido el mismísimo Pablo Iglesias el que ha dado el siguiente paso en la batalla por Madrid: ha abandonado la vicepresidencia y, por ende, el Gobierno central para dar la batalla a Ángel Gabilondo, Rocío Monasterio o su ex-íntimo, Íñigo Errejón, entre otros, aunque este último podría ser más aliado que rival...
Más villana que heroína
El pasado miércoles la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, comenzaba su show más decrépito hasta la fecha. Un urdido plan que ha puesto entre la espalda y la pared a un Partido Popular denostado por sus corruptelas pese a los ingentes -o no tanto- intentos de su líder, Pablo Casado, por deshacerse de esa pesada mochila que le ha puesto al borde del precipicio político por el que su némesis autonómica parece empeñada en arrojarle.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha provocado un auténtico terremoto político tanto a nivel autonómico como nacional, tras adelantar las elecciones como consecuencia de "la moción de censura presentada en Murcia por el PSOE y Ciudadanos". Sin embargo, ni sus compañeros de Andalucía ni los de Castilla y León, con Juanma Moreno y Alfonso Fernández-Mañueco al frente respectivamente, han refrendado este movimiento.
Tal y como se preveía, el pleno del Parlamento Europeo ha dado luz verde al suplicatorio del Tribunal Supremo por el que se suspenderá la inmunidad parlamentaria del expresidente de Cataluña, Carles Puigdemont, por lo que podrá ser juzgado en España por su papel en el 'Procés'.
El Ministerio de Sanidad del Gobierno de Pedro Sánchez ha dado a conocer las medidas que plantea para frenar la pandemia durante las próximas semanas…
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Que el Partido Popular está intentando absorber a Ciudadanos no es ningún secreto. Es más, puede que sea la única opción que le queda a Ayuso de volver a gobernar la Comunidad de Madrid tras un error de cálculo que van arrojando las últimas encuestas y que podría poner en un auténtico aprieto a los 'populares' tras deshacerse de malas maneras de los que hasta ahora eran sus socios de Gobierno.
Este miércoles, 'El programa de Ana Rosa' ha mostrado la encuesta elaborada por GAD3 donde se analiza el sondeo de cara a las elecciones de la Comunidad de Madrid del próximo 4 de mayo.
En los últimos tiempos está quedando demostrado, que las teorías de uno de los últimos pensadores que nos quedaban eran absolutamente acertadas.
Solución jurídica a un problema político. La moción de censura contra el Gobierno de Murcia ha provocado que la presidenta madrileña firme un Decreto-ley por el que disuelve la Asamblea y convoca elecciones anticipadas. Como respuesta, el PSOE y Más Madrid han presentado dos mociones de censura.
El presidente de VOX, Santiago Abascal, ha preguntado al presidente del Gobierno en la Sesión de Control qué ha aportado a España la política de pactos del Ejecutivo.
Esta Agenda marca todas y cada una de las políticas de los países que tienen que avanzar con un criterio único y sin opción a discrepar.
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