Con un Partido Popular echado al monte, desbocado, una extrema derecha, incluida la que convive en el seno de ese partido, que sigue sin ningún pudor lanzando bulos, mentiras, difamaciones, e insultos, con algunos estamentos de la justicia haciéndoles el juego sucio y ante la inacción de una izquierda perpleja, en algún momento se debe gritar alto y fuerte; ¡basta ya!