Un incendio forestal en Maui, Hawái, se salió de control y los residentes lucharon contra él con sus propias mangueras de agua. Sin embargo, el suministro de agua se cortó y el fuego arrasó con las propiedades. Los bomberos también se vieron afectados por la falta de agua en los hidrantes. El incendio ha sido declarado el más mortífero en Estados Unidos en más de un siglo. Se han desbloqueado fondos de emergencia para ayudar a los afectados. Los investigadores creen que el incendio fue causado por fallas eléctricas y no por causas naturales.