El pasado jueves Canarias volvió a vivir una jornada muy difícil, en el peor momento posible. Las islas volvieron a ser víctima de una nueva oleada de inmigración ilegal con la llegada de 230 ilegales en menos de 24 horas. Salvamento marítimo logró interceptar diez pateras y dos cayucos, la mayoría de ellos en Gran Canaria.