El texto critica a los comunistas, liberales extremistas e izquierdistas por supuestamente convertir a las personas en adictos a las redes sociales y confundidos sobre su identidad de género. También menciona que celebridades de Hollywood y organizaciones como GLAAD están promoviendo esta agenda. El autor argumenta en contra de permitir que los niños se sometan a cirugías de cambio de género sin el consentimiento de sus padres y afirma que aquellos que se oponen son considerados fanáticos y criminales del discurso de odio. Además, critica la censura en las redes sociales y la supuesta promoción de violencia y odio hacia la comunidad LGBTQ+.