Jesús Heredia Iglesias, huido desde hacía 10 años, se encontraba reclamado por un delito de asesinato cometido en el municipio toledano de Talavera de la Reina en el año 2009. La colaboración ciudadana, a raíz de la campaña de difusión en las redes sociales de la Policía Nacional de los fugitivos más buscados, permitió ubicarle en Murcia donde había creado un tejido familiar que le facilitaba su ocultación.