La incautación por parte de los servicios antiterroristas argelinos de los mortíferos misiles “stinger” tierra-aire a una célula del Estado Islámico que intentaba penetrar en Argelia desde Libia, ha confirmado los peores temores de que los yihadistas preparan atentados con misiles en el norte de África contra aviones comerciales. Tras la caída del régimen de Gadafi entre 3.000 y 8.000 misiles de corto alcance procedentes de los arsenales libios están en manos de los yihadistas.