Aburrido por la falta de actividad, el rey emérito Juan Carlos ha encontrado en su nuevo reloj de Apple, exclusiva edición con caja de oro de 18.400 euros, una distracción con la que mantenerse conectado al mundo.
A pesar de la avanzada edad del rey emérito Juan Carlos de Borbón (77 años), su círculo íntimo asegura que está encantado con el último regalo de la casa Apple en España: El reloj recién lanzado en las tiendas de la manzana.
La exclusiva Watch Edition con caja y hebilla en oro de 18 quilates, y correa rojo brillante que luce el monarca en su muñeca derecha cuesta 18.400 euros.
La discreción del monarca le ha llevado siempre a no exibir un lujoso reloj en la muñeca, como hacen otros personajes mundiales y que las marcas aprovechan para incluir sus imágnes en las páginas publicitarias de diferentes revistas del lujo, como es regla de Rólex, que fotografía a deportistas de élite con sus costosos modelos.
Nos comentan que la casa Rolex, por poner un ejemplo, siempre ha enviado al monarca prototipos antes de su comercialización, conocedora de la afición y aprecio que hace de los nuevos modelos, como el submarine, de cerámica, negro y correa roja que no está aún a la venta.
Para navegar suele utilizar los deportivos Nautica, con correa de naylon roja, especialmente fabricados para aguantar actividades en el mar. Cuando viste de militar elige los fabricados en Suiza específicamente para ese sector, como los Luminox.
Dado que Juan Carlos siempre ha tenido facilidad para los artilugios electrónicos, la conexión de su reloj con el teléfono iPhone, donde le indica en la muñeca quien le llama, mensajes de correo y actividad física, le ha venido como anillo al dedo al rey emérito que se aburre ante la falta de problemas de Estado, acostumbrado durante casi cuarenta años a que su teléfono no parase de sonar.
Zarzuela indicaba el regalo que debía llevar el empresario
Muy aficionado a los relojes, Juan Calos posee una exclusiva colección en la que destacan las mejores y más caras marcas como los Audemars Piguet, como el que regaló a su hijo Felipe en 2008 cuando cumplió 40 años.
Siempre valorados en miles de euros, relojes de las más exclusivas marcas del mercado han sido durante años el regalo más constante que llegaba a Zarzuela. Ha sido un comentario generalizado de los ambientes empresariales que en las audiencias se recomendaba regalar al monarca un buen reloj. Incluso el personal de Zarzuela sugería el establecimiento dónde debía adquirirse el reloj y el modelo.
Juan Carlos siempre se negó a que una ley pusiese coto a los regalos que recibía
Llegó a ser un comentario común que el personal de palacio, de acuerdo con el establecimiento, devolvía a veces el reloj y se aceptaba el dinero que había costado ya que el rey tenía tantos que no podía utilizarlos y prefería ingresar el dinero en una cuenta corriente.
El empresario acudía a Zarzuela con el regalo sugerido y antes de que fuera recibido por Juan Carlos debía depositarlo en su saloncito, para que no fuera entregado personalmente ya que se consideraba una vulgaridad que el rey aceptara el presente en mano.
Nunca se legisló sobre sus regalos
En la época de Felipe González como presidente de Gobierno, un príncipe árabe regalo al rey durante su visita a España un valiosísimo reloj, y otros tantos a los ministros del Gobierno, que sorprendidos optaron por depositarlos en las cajas fuertes de sus ministerios ya que consideraban excesivo aceptar el regalo.
Felipe González decidió regular entonces, por transparencia, los regalos al Gobierno y al Jefe del Estado, pero cuando le presentaron a Juan Carlos la Ley para que la refrendara se negó en rotundo: "Qué queréis. Está uno aquí pringando todo el día y encima me pedís que rechace estos detalles...", espetó a los socialistas, según relata José García Abad en su libro La soledad del Rey.