Con miles de especies en peligro de extinción, los científicos han ideado un plan radical: una bóveda llena de muestras conservadas de las criaturas más importantes y en riesgo de nuestro planeta ubicadas en la Luna.
Un equipo internacional de expertos afirma que las amenazas del cambio climático y la pérdida de hábitat han superado nuestra capacidad para proteger las especies en sus hábitats naturales, lo que requiere una acción urgente. Un biorrepositorio de células preservadas, y el ADN crucial que contienen, podría utilizarse para mejorar la diversidad genética en pequeñas poblaciones de especies en peligro crítico de extinción, o para clonar y crear nuevos individuos en el peor de los casos de extinción.
Un repositorio para salvaguardar muestras biológicas de desastres no es una idea nueva. La bóveda mundial de semillas de Svalbard, en una remota isla noruega en el Círculo Polar Ártico, proporciona almacenamiento congelado de semillas para garantizar que los cultivos alimentarios importantes puedan restablecerse si son aniquilados por enfermedades o sequías. Sin embargo, las recientes inundaciones como resultado de las temperaturas cálidas han demostrado que ni siquiera Svalbard está a salvo de los efectos del colapso climático.
"Si no hubiera habido gente allí, las inundaciones podrían haber dañado el biorrepositorio", dijo la autora principal de la propuesta, la doctora Mary Hagedorn, del zoológico nacional y el instituto de biología de la conservación del Smithsonian. La guerra también representa una amenaza para los biorrepositorios en la Tierra, señaló, citando la destrucción del banco de semillas de Ucrania en 2022. "Así que, en general, la idea de tener un biorepositorio realmente seguro y pasivo para salvaguardar la biodiversidad de la Tierra parece una muy buena idea".