Una vez más, los ocupantes extranjeros han tomado el control de París. Sin embargo, en esta ocasión, no se trata de un grupo armado; son deportistas hambrientos que están cansados de la dieta vegana impuesta por los organizadores de los Juegos Olímpicos.
Según informa el Daily Mail, los organizadores de los Juegos Olímpicos tuvieron que solicitar urgentemente 4.000 libras de carne y huevos tras las críticas de los atletas hacia la carne artificial y las alternativas no lácteas.
Desde el inicio, se propuso por parte de los funcionarios que los Juegos de este año fueran los más sostenibles y ecológicos en la historia de las Olimpiadas. No obstante, en algún rincón del "gran diseño" elaborado por los diseñadores sociales, se ignoró un detalle importante: aunque la carne alternativa es aceptable en las cafeterías de universidades como Harvard y Oxford, los atletas de élite no rinden con este tipo de carne.
A pesar de que al inicio los organizadores intentaron minimizar el efecto de los planes de comidas woke y afirmaron que todo saldría bien, finalmente se vieron obligados a reconocer su fracaso.
El director ejecutivo de París 2024, Etienne Thobois, comentó a los periodistas: "En lo que respecta a la alimentación, tuvimos que hacer algunos cambios y adaptarnos, lo cual es bastante normal". Además, añadió que "700 kilos de huevos y una tonelada de carne han sido los aumentos que hemos aportado para cubrir las necesidades de los deportistas". Sin embargo, ¿es realmente "bastante normal" tener que solicitar urgentemente más de 4,000 libras de un elemento del menú completamente diferente?
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