En agosto de 2022, Catherine Stewart fue designada por el gobierno de Libreral como "Embajadora del Cambio Climático" de Canadá. Justin Trudeau expresó en el momento de su nombramiento: "Stewart..."
Por una suma de más de un cuarto de millón de dólares en estadías en hoteles de lujo y pasajes aéreos en clase ejecutiva, se impulsó la colaboración. En un caso notable, se facturó a los contribuyentes de este país más de 10.000 dólares por una excursión de tres días de Toronto a Ottawa, incluyendo el pasaje aéreo y 323 dólares por habitación en el Hotel Sheraton Centre para asistir a una conferencia sobre el clima "para promover el crecimiento limpio de Canadá".
Viajar de Toronto a Ottawa en avión tiene una duración aproximada de 45 minutos, o una hora desde que se sale de la puerta hasta que se llega a destino. Los vuelos salen cada hora tanto desde el aeropuerto Pearson como desde Billy Bishop, con precios que rondan los pocos cientos de dólares por tramo, y alrededor de mil dólares para aquellos que opten por la clase ejecutiva. Si restamos el costo del hotel de lujo ($900) del total, nos queda un saldo de $9,000, lo cual solo puede significar una cosa: jet privado.
Asistiendo a reuniones de emergencia climática por toda Europa, Stewart está sacrificándose tomando uno para el equipo, volando en primera clase o incluso privado y alojándose en hoteles de lujo (si se le permite viajar).
El gobierno canadiense ha demostrado una vez más su hipocresía climática en este último episodio.
En el pleno de la Cámara de los Comunes, hace unas semanas, se desbocó desquiciadamente el ministro de Sanidad, Mark Holland, demonizando a los canadienses por llevar a sus hijos en coche durante las vacaciones de verano.
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