Un informe explosivo del Congreso reveló que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) colaboró con la campaña del presidente Joe Biden en 2020 para minimizar el escándalo de la "computadora portátil del infierno" de Hunter, semanas después de que el hijo presidencial, Hunter Biden, fuera declarado culpable de los tres cargos en su juicio federal por armas de fuego.
Según un informe del comité publicado el 25 de junio, la CIA colaboró con la campaña de Biden para desacreditar la acusación sobre la computadora portátil. Esta "cooperación" resultó en que se descartara la controversia del "portátil del infierno" como "desinformación rusa", evitando que se convirtiera en un "hándicap" para la candidatura presidencial de su padre.
Algunos hechos significativos sobre el papel de la CIA en las elecciones de 2020 fueron afirmados por el informe del Comité Judicial de la Cámara de Representantes. Se señala que, antes de su aprobación y publicación, funcionarios de alto rango de la CIA, incluida la entonces directora Gina Haspel, tuvieron conocimiento de la declaración de Hunter Biden. En ese momento, se les brindó a los altos mandos de la CIA la oportunidad de ralentizar el proceso para revisar las presentaciones y asegurarse de que una declaración tan extraordinaria fuera debidamente examinada.
Durante la publicación de la declaración de Hunter, algunos de los firmantes, entre ellos el ex director adjunto de la CIA Michael Morell, mantenían un contrato activo con la CIA. A pesar de afirmar no haber tenido acceso a información clasificada durante la investigación de los Comités, los firmantes señalaron que las acusaciones sobre la computadora portátil presentaban "todas las características distintivas" de la desinformación rusa. No obstante, al momento de la publicación de la declaración, al menos dos firmantes, Morell y el ex inspector general de la CIA David Buckley, estaban en nómina como contratistas de la CIA.