Así, Abascal ha asegurado que «hoy se ataca y se menoscaba la dignidad de los españoles como ciudadanos. Hoy se les dice a los españoles que no son iguales que los políticos. Hoy a los españoles se les insulta en este hemiciclo y se les dice que son de una clase inferior».
A continuación, el discurso completo pronunciado por Santiago Abascal:
«Ni siquiera está aquí para presenciar el pago de su investidura. No tiene ningún escrúpulo. No tiene ningún límite. No tiene ningún principio más que el de aferrarse al banco azul. Tiene tan pocos escrúpulos que ni siquiera le importa haber renunciado a la presidencia del Gobierno. Eso sí, siempre que mantenga formalmente el título de presidente del Gobierno. Porque el señor Sánchez ha vendido la soberanía de los españoles y hoy en España hay un cogobierno integrado por Mohamed VI y por Puigdemont.
Porque hoy el Gobierno en el exterior de España lo preside un monarca extranjero y el Gobierno en el interior lo preside un prófugo y un traidor, un tipo que ha escapado de la justicia en un maletero. Es decir, hoy Marruecos y los separatistas son los que deciden los destinos y los dineros de los españoles. Y los que dominan nuestra política interior y nuestra política exterior.
Sánchez sólo quería el banco azul, el Falcón lujoso y reluciente y quizás unas comisiones opacas a cualquier precio. Y para ello ha mentido sin descanso, ha estafado a media España y ha traicionado todo. Y, por lo tanto, después de cinco años no podíamos esperar nada bueno más que esta sesión absolutamente vergonzosa, injusta e indigna.
Hoy se vota, señorías (para los que son señorías), que este Congreso de los Diputados cometa un colosal acto de corrupción. El mayor de toda nuestra democracia. Porque hoy se produce una amnistía que sirvió para una investidura. Aquí se ha producido una compra de votos y un favor personal y por eso nosotros lo hemos llevado al Tribunal Supremo.
No voy a reiterar los argumentos sobre la inconstitucionalidad de esta ley de amnistía enfrentada al texto constitucional expreso y enfrentada también al espíritu de los constituyentes, expresado en los debates de 1978. Ni siquiera voy a abundar en los argumentos sobre el evidentísimo ataque a la división de poderes denunciado por todo el mundo judicial y que va a acabar convirtiendo a España en una falsa democracia.
Ya lo hemos hecho hasta la saciedad y a los autores del golpe no les importa en absoluto. Pero hoy quiero denunciar un hecho insoportable: es el hecho de que unos forajidos humillen a este Congreso y que a su vez este Congreso humille a los españoles. Porque hoy se ataca y se menoscaba la dignidad de los españoles como ciudadanos. Hoy se les dice a los españoles que no son iguales que los políticos. Hoy a los españoles se les insulta en este hemiciclo y se les dice que son de una clase inferior.
Hoy este Congreso convierte a los políticos, siempre que sean de izquierda o separatistas, en una casta privilegiada, en una casta impune. Porque ustedes quieren convertir el Congreso de los Diputados en una cueva de forajidos. No hay más que ver que en la tribuna principal de invitados hoy hay un delincuente condenado a indultado por este Gobierno.
Algunos dirán que atacamos el decoro de las instituciones, pero el decoro de las instituciones se ataca con esta votación absolutamente indigna. Y hoy se confirma a ojos de todos los españoles que entienden las cosas normalmente, que en España hay una casta privilegiada que comete delitos nobles porque acaban siendo delitos impunes y que acaba siendo indultada o amnistiada. Y, por otro lado, hay un pueblo trabajador, un pueblo contribuyente que padece las multas, que padece las sanciones, que paga los impuestos y que asume también las sanciones penales.
Porque hoy nos acordamos de todo el pueblo español, incluso de los que están cumpliendo condena, de esos 50.000 españoles que cumplen condena, algunos después de haber cometido delitos mucho menos graves que los que han cometido ustedes y los que están amnistiados todos ustedes.
Señorías, millones de ojos nos ven, millones de oídos nos escuchan y millones de hombres y mujeres saben que hoy les han robado ustedes su dignidad como ciudadanos y su condición de ciudadanos iguales ante la ley. Por mucho que se rían los del banco azul, a los que no les queda un solo escrúpulo.
¿Pero qué se podía esperar del señor Sánchez?, que ha actuado desde que llegó como un enemigo del pueblo, encerrando inconstitucionalmente a los españoles con estados de alarma completamente ilegales, imponiendo una agenda global, la agenda 2030 que nadie ha votado y que supone un plan de despidos masivo en la industria, en el campo, en la agricultura, volando presas cuando hay una sequía, volando centrales térmicas cuando las familias no pueden pagar las facturas de la luz, llamando a la inmigración ilegal y llenando nuestras calles de inseguridad, soltando violadores y poniendo a las mujeres en peligro, dejando a la Guardia Civil sin medios a merced de los narcotraficantes y mintiendo al pueblo sistemáticamente sobre sus pactos, sobre los indultos, sobre la amnistía y mintiendo también sobre el referéndum de autodeterminación, que será el siguiente pago que les exijan.
El señor Sánchez ha actuado como el villano de una película porque no es el presidente, es ya solo el jefe de una cuadrilla de forajidos con la única ambición de enriquecerse personalmente.
Señor Feijóo, ahora vendrá usted a decir lo mismo que yo. Bueno, lo mismo no, pero vendrá usted a decir que el Gobierno es muy malo y no creo que lo crea. ¿Qué tiene que pasar para que ustedes se sumen a la oposición total a este Gobierno, para que ustedes no se sienten con este Gobierno ni para repartirse las comisiones parlamentarias, ni los jueces ante un mediador internacional, ni en este momento los puestos de radio y Televisión Española?
¿Qué tiene que pasar para que ustedes hagan todo lo posible para detener este golpe y para que renuncien a cualquier tipo de reunión con el Gobierno que ha atacado la Constitución? ¿Qué tiene que pasar para que ustedes utilicen toda su fuerza en el Senado para impedir la tramitación de la ley de amnistía, por ejemplo, y devuelvan la esperanza a los españoles? Nos ocurre una cosa, y es que percibimos que todo lo que hacen ustedes y todo lo que dejan de hacer nos coloca en un estado de debilidad ante los enemigos del sistema constitucional y se constituye en una estafa política.
Señorías, concluyo, ya es tarde para impedir la fechoría que van a cometer ustedes en el día de hoy, la mayoría pírrica de esta cámara votará a favor de una ley de amnistía que pisotea la igualdad de los ciudadanos y que patea la dignidad de los españoles. Pero llegará muy pronto el día, más pronto que tarde, en que España recobre su unidad, en que los españoles vuelvan a recuperar la libertad, la igualdad y la dignidad robada por todos ustedes, en que los acusados se sienten en el banquillo y en que los criminales vivan entre rejas y no sentados en un escaño».