La invitación del Club Bilderberg al líder socialista Pedro Sánchezse interpreta como el espaldarazo del grupo de poder más influyente del planeta a un cambio de signo político en España, al considerar acabado el ciclo protagonizado por el Partido Popular con Mariano Rajoy al frente.
A la cumbre anual del Club Bilderberg, que se celebrará del 11 al 14 de junio en la localidad austriaca de Tels-Buchen, acuden únicamente dos españoles junto al secretario general del PSOE: Ana Patricia Botín, presidenta del Banco Santander, una invitación que consolida a la banquera española como una de las personas claves en el diseño del “nuevo orden económico europeo” para salir de la crisis, y Juan Luis Cebrián, presidente del Grupo Prisa y delegado oficioso del Club en España.
El Club Bilderberg, considerado “el Gobierno del mundo en la sombra”, abre las puertas a Pedro Sánchez como en su momento hizo con los presidentes socialistas Felipe González en 1989 y Rodríguez Zapatero en 2010, si bien en aquellas reuniones asistieron en su condición de presidentes del Gobierno. Mariano Rajoy no ha sido invitado ni antes ni durante su mandato a una reunión Bilderberg.
La ausencia de dirigentes del Partido Popular a la cumbre de este año ha extendido la idea en medios financieros y políticos europeos de que el centro derecha español ha agotado su ciclo de poder tras los malos resultados obtenidos en las elecciones municipales y regionales (autonómicas) en España.
En pleno auge del PP, el Club Bilderberg invitó a Soraya Sáenz de Santamaría (2012), María Dolores de Cospedal (2011) y Esperanza Aguirre (acudió tres veces, la primera en 1999), tres políticas populares que recibieron apoyo como posibles candidatas para liderar el centro derecha español. En su momento también asistieron a las reuniones José María Aznar, Rodrigo Rato y Luis de Guindos.
Las conferencias adoptan el formato de “discusiones informales” sobre los principales problemas del mundo y los reunidos aportan las soluciones que, a su juicio, deben llevarse a cabo. Todo lo hablado debe mantenerse off the record (en secreto), y sólo se pueden filtrar aquellos aspectos que contribuyan a obtener los resultados deseados, pero siempre sin identificar al ponente o la paternidad de la idea.
Asimismo, los tres días de reuniones permiten mantener encuentros bilaterales al margen de las conferencias y formar grupos de trabajo muy restringidos que continúan su actividad durante el tiempo que consideren necesario.
Cada año, los 35 miembros del Comité Directivo -al que pertenece Juan Luis Cebrian- invitan alrededor de 100 figuras influyentes. Altosfuncionarios de los gobiernos, líderes de partidos, representantes de las principales instituciones económicas y políticas internacionales (UE, OTAN, FMI, Banco Mundial, Banco Central Europeo, etc.), miembros de la realeza europea, grandes banqueros, presidentes de empresas multinacionales y jefes de Estado intercambian información y puntos de vista sobre cualquier cuestión que consideren de interés, al margen de la lista de temas que fija la organización.
El club nació en 1954, en plena Guerra Fría, con el objetivo de estrechar el llamado “vínculo euro-atlántico” (acercar a europeos y estadounidenses y evitar el avance del comunismo representado por la Unión Soviética). Sus fundadores fueron el príncipe Bernardo de los Países Bajos y el patriarca de los Rockefeller, la familia más influyente de Estados Unidos en la primera mitad del siglo XX.
Toma su nombre de la primera reunión que se celebró en el Hotel Bilderberg, en Oosterbeek (Holanda).
Temas incluidos para su discusión, según la página oficial del Club Bilderberg
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