"Comiendo, durmiendo y respirando" en las redes sociales, Marie Lopez comenzó a grabar videos de tutoriales de maquillaje y peluquería en su habitación en Lyon a los 16 años. A los 21 años, ya tenía una comunidad en línea de millones de personas y era una de las mujeres francesas más vistas en YouTube. Publicaba sobre diversos temas, desde el acoso escolar y el acné hasta la ecología. Bajo el nombre de EnjoyPhoenix, con 28 años, sube contenido de su vida varias veces al día. Le preocupa contar sus horas de trabajo, consciente de que parte del éxito radica en "revelar cada vez más" su vida privada.
"Mi comunidad es parte de mi vida cotidiana", dijo, comenzando tan joven. Sin embargo, la clave para su relación con el público ha sido la confianza y la "transparencia". Durante años, ha sido abierta y ha firmado contratos comerciales para la colocación o promoción de productos. Por lo tanto, cuando el gobierno francés anunció este año que los 150.000 influencers de las redes sociales de Francia ya no podrían continuar, López fue uno de los muchos influencers que se comprometieron con los ministros para discutir la regulación. El gobierno francés aprobó lo que calificó como la ley más completa del mundo para monitorear el contenido pagado, poniendo fin a la fiesta para los influencers de las redes sociales en Francia.
Al Parlamento se le informó por parte de los políticos franceses que es necesario proteger a la nación de las promociones en las redes sociales, así como también de los dispositivos defectuosos de succión de puntos negros y las inyecciones cosméticas administradas por profesionales no calificados a los productos financieros y de apuestas de alto riesgo. Se ha establecido que los influencers deberán contar con un contrato escrito para cada pago o regalo de la marca que supere una cierta cantidad (aún por definir), y además deberán dejar en claro durante toda la duración de una publicación de video si se trata de una colaboración pagada.
La promoción de ciertos productos, como la cirugía estética y el tabaco, está prohibida, y se han establecido normas más claras sobre los productos financieros. Las penas más severas incluyen hasta dos años de prisión y multas de hasta 300.000 euros (260.000 libras esterlinas). Según López, es crucial establecer reglas claras y aplicarlas no solo a los influencers de las redes sociales, sino también en todas las áreas donde se realizan colocaciones de productos, como los videos musicales. "Es fundamental tener las mismas reglas para todos, porque en este momento sentimos que nos están utilizando como ejemplo", afirmó.