Diez años más tarde y tras atacar a la entonces número dos del Partido Popular por sus explicaciones sobre los pagos al tesorero Barcenas, el PSOE de Pedro Sánchez, con Santos Cerdán y Felix Bolaños como signatarios, ha firmado seis divorcios en diferido con sus socios de investidura. Los llamados acuerdos son, en realidad, divorcios retrasados en el tiempo y con un alto coste para el futuro Gobierno, para las arcas del Estado y para la propia estructura territorial del mismo.
Si los documentos firmados por sus representantes fueran hipotecas- que lo son a todos los niveles - lo que Pedro Sánchez tendría a partir de la semana que viene, tras la fecha que fije la presidenta Armengol para los preceptivos debates en el Congreso, serán hipotecas a interés variable, ya que los intereses a pagar durante el tiempo que dure la Legislatura dependerán de la cuantía y del lugar en el que resida cada socio. También dependerá de la solvencia del firmante, su fidelidad a lo firmado y el cumplimiento de los plazos en que se fijen los intereses las quitas que se van a hacer. No son lo mismo Junts y ERC que el PNV y Bildu, y mucho menos lo son Sumar y el BNG. Tampoco Coalición Canaria si, finalmente, decide sumarse a la oferta de Pedro Sánchez para Canarias.
Los matrimonios de conveniencia como son todos los que ha conseguido el lider del PSOE a partir de sus 121 escaños tienen fecha fija de ruptura, al igual que la tienen los pagos en diferido que se van a hacer desde el Gobierno Central, ya sean de carácter político o económico. A María Dolores Cospedal le costó trabajo encajar las exigencias de Barcenas en las cuentas del partido; trabajo y prestigio, se dejó una buena parte de sus aspiraciones políticas en intentar ocultar la realidad de lo que había pasado y pasaba en el seno del PP. Un servicio a Mariano Rajoy que éste le pagó con su posterior apoyo a la que era su gran adversaria Soraya Sáenz de Santamaría. Un aspecto que deberían tener muy en cuenta los socialistas que se han encargado de negociar los 57 votos que necesitaba el presidente en funciones para seguir gobernando durante cuatro años más.
Es muy posible que las condiciones jurídicas que afectan a los matrimonios políticos que se han firmado cambien y mucho. Lo que es seguro es que las condiciones económicos de los divorcios planteados en la propia redacción de los documentos van a cambiar y de forma muy rápida. Bastará con esperar a los resultados de las elecciones vascas, gallegas y europeas que se celebrarán como muy tarde en el mes de junio del año próximo para comprobarlo.
A favor de Pedro Sánchez juega que dentro de la oposición, los mismos o parecidos divorcios políticos entre el PP y Vox, y las mismas condiciones hipotecarias que han establecido en las Comunidades autónomas y grandes Ayuntamientos que gobiernan - convertidas en lanzas contra ese Leviatán tan oportuno que han encontrado llamado amnistía - ya se están haciendo públicas e irán en aumento. Las fidelidades matrimoniales no están de moda y los préstamos bancarios cambian con enorme rapidez.
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