Enfrentándose a una plaga de "estacionamientos salvajes", las autoridades de los Países Bajos están tomando medidas drásticas para combatir el problema. Con un país que cuenta con más bicicletas que personas, se ha vuelto necesario tomar acciones para controlar la situación. La ciudad sureña de Maastricht, conocida por su popularidad entre los estudiantes internacionales, ha tomado la iniciativa al prohibir el abandono de bicicletas en la calle. Además, han decidido incrementar las multas para aquellos que deseen reclamar sus bicicletas confiscadas.
En el centro de la ciudad, los ciclistas deben estacionarse en un portabicicletas para cumplir con la ley. Está prohibido asegurar sus bicicletas a las barandillas o postes de luz. A partir de enero, aquellos cuyas bicicletas hayan sido confiscadas tendrán que pagar 50 euros (43 libras) para liberarlas de la perrera, en lugar de los 25 euros anteriores.
El problema del aparcamiento de bicicletas en Maastricht ha sido una preocupación constante durante años, ya que la ciudad cuenta con poco más de 120.000 habitantes, de los cuales aproximadamente una quinta parte son estudiantes. Según el consejo, hasta ahora se han cortado 2.159 bicicletas "estacionadas ilegalmente" este año, mientras que el año pasado el total fue de 2.611. Con el fin de promover un comportamiento responsable en el ciclismo, se ha lanzado una nueva campaña.