En Austin, EE.UU., se ha demostrado la capacidad de conducción autónoma total (FSD) de los automóviles eléctricos de la compañía estadounidense Tesla. Para percibir y comprender el entorno, las funciones de FSD utilizan redes neuronales de visión.
Según la empresa, sus redes neuronales han aprendido más situaciones de conducción que el conductor humano promedio gracias a su enfoque exclusivo basado en la recopilación de datos anónimos de todos sus coches.