Luis Rubiales, presidente de la RFEF, criticó las críticas y la investigación de la FIFA por besar a Jennifer Hermoso en los labios durante la presentación del trofeo de la Copa Mundial Femenina. Rubiales se negó a renunciar y calificó los eventos como un "asesinato social" relacionado con el "falso feminismo". El gobierno español y la comunidad futbolística han pedido su dimisión.
En medio de feroces críticas y una investigación de la FIFA por besar a Jennifer Hermoso en los labios durante la presentación del trofeo de la final de la Copa Mundial Femenina, Luis Rubiales criticó el "falso feminismo" y un "asesinato social" de su personaje. En una asamblea general extraordinaria de la RFEF, el hombre de 46 años pronunció un apasionado discurso reiterando que no se vería obligado a dejar su cargo debido a lo que consideraba una caza de brujas. "No renunciaré", afirmó en repetidas ocasiones mientras recibía un aplauso generalizado. "Lucharé contra esto hasta el final".
"Están tratando de matarme", dijo Rubiales, caracterizando los eventos de los últimos cinco días como un "asesinato social". Vinculó estos acontecimientos a lo que él llamó "el falso feminismo, uno de los flagelos de este país". Su comentario fue aplaudido por algunos miembros de la federación, incluido Jorge Vilda, el entrenador del equipo nacional femenino. Rubiales agregó: "El falso feminismo no busca la justicia ni la verdad. No le importa la gente".
Los planes del jefe del fútbol para renunciar fueron ampliamente informados por los medios españoles un día antes. El giro sorpresa provocó un torrente de reacción, con muchos llamados renovadores para que Rubiales renunciara. "Lo que hemos visto hoy en la asamblea de la federación es inaceptable", expresó Yolanda Díaz, ministra de Trabajo en funciones de España y segunda viceprimera ministra, a través de las redes sociales. "El gobierno debe actuar y tomar medidas urgentes: se acabó la impunidad por las acciones machistas. Rubiales no puede continuar en el cargo".
"Buscando impunidad", así describió Irene Montero, ministra interina de igualdad del país, a Rubiales, quien a principios de esta semana había sido mencionado por ella misma como una "forma de violencia sexual". En las redes sociales, Montero expresó su opinión y afirmó que el fiscal general de España y el Consejo Nacional de Deportes tomarían medidas debido a la negativa de Rubiales a renunciar. Además, agregó: "Jenni Hermoso, no estás sola, ahora más que nunca".
La comunidad futbolística también tuvo reacciones, incluyendo a los miembros del equipo ganador de la Copa del Mundo. "Esto es inaceptable", afirmó Alexia Putellas en las redes sociales, quien ganó el Balón de Oro y es compañera de equipo de Hermoso, y añadió: "Estoy contigo Jenni Hermoso". Pocos minutos después, la portera Cata Coll expresó el mismo mensaje de solidaridad en las redes sociales. "Es una lástima que las 23 jugadoras de fútbol no sean las protagonistas", insinuó, destacando cómo los eventos de la semana pasada han amenazado con opacar los logros increíbles de La Roja.
"Las cosas deben cambiar antes de que regrese al equipo masculino de España", afirmó Borja Iglesias, delantero del Real Betis. En sus redes sociales, expresó su tristeza y decepción, y declaró que los eventos actuales no lo representaban como jugador de fútbol ni como persona. Durante su discurso, Rubiales buscó ganarse el favor de los 140 miembros de la federación, de los cuales solo seis son mujeres. Comenzó pidiendo disculpas por haberse agarrado la entrepierna, calificándolo como un gesto "desafortunado" realizado en la "euforia" del momento. Se dice que este gesto, realizado cerca de la princesa de 16 años del país, estaba dirigido a la entrenadora del equipo, Vilda, como un homenaje. "Debo disculparme con la familia real", comentó. "No fue algo muy edificante".