El último truco sucio del fiscal general Merrick Garland para proteger a los Biden

Nombrar un abogado especial para retrasar el enjuiciamiento de su hijo Hunter podría haber sido la última carta de truco que jugó el fiscal general Merrick Garland para salvar a Joe Biden. Con algo de suerte, el informe final oficial sobre las travesuras familiares de Biden, realizado por el Departamento de Justicia, se publicará en diciembre de 2024, un mes después de las elecciones presidenciales.

La estafa de encubrimiento más respetable de Washington es perpetuar una investigación. Durante cinco años, las agencias federales y el Departamento de Justicia prolongaron la investigación del tráfico de armas, impuestos e influencias extranjeras de Hunter. Debido a la ortografía de su apellido, estaba bien que el estatuto de limitaciones ya hubiera expirado en varios de sus crímenes.

El Departamento de Justicia de Biden llegó a un acuerdo en junio que permitió a Hunter declararse culpable de delitos menores, no cumplir un día en la cárcel y esquivar cualquier otro cargo federal, a pesar de una serie de delitos que habrían enviado a los estadounidenses promedio río arriba durante una década.

Cuando la jueza federal Maryellen Noreika hizo algunas preguntas después de ser sorprendida por un amplio párrafo de exoneración de último minuto agregado al acuerdo de culpabilidad, ese acuerdo colapsó. Hunter Biden enfrentó un juicio federal sin acuerdo. Sin embargo, el viernes, Garland acudió al rescate de Hunter al nombrar a David Weiss como fiscal especial.

Weiss, el abogado que prolongó procesar a Hunter durante años, es absolutamente confiable para Joe Biden. Emerald Robinson, la ex corresponsal de la Casa Blanca, bromeó diciendo: "Nombrar a David Weiss es como nombrar una pipa de crack para 'investigar' a Hunter Biden".

El próximo mes, Weiss, quien firmó el acuerdo de culpabilidad del "hijo favorecido", tenía previsto testificar ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes. Según Sean Davis de The Federalist, Weiss demostró su lealtad a la familia Biden al cerrar las investigaciones, avisar a los sospechosos antes de las búsquedas, negarse a entrevistar a Hunter, ocultar documentos del FBI y despedir a investigadores del IRS.

La administración Biden puede ahora burlarse de las demandas del Congreso de testimonios y pruebas debido a una "investigación en curso", ya que es fiscal especial. Weiss afirmó el 7 de junio que tenía la "máxima autoridad" para procesar a Hunter Biden sin restricciones. Su nombramiento como fiscal especial hace añicos esa pretensión.