La gobernadora demócrata de Arizona, Katie Hobbs, ha sido acusada de intentar censurar a sus críticos en Twitter después de equiparar a los partidarios de Trump con los neonazis. Esto plantea preocupaciones sobre la libertad de expresión y el sesgo político en las redes sociales. Aunque Hobbs solicitó la censura, no pudo proporcionar pruebas suficientes y afirmó haber sido objeto de acoso. Estas revelaciones están generando controversia y arrojando sombra sobre el tema.
La gobernadora demócrata de Arizona, Katie Hobbs, ha intervenido con Twitter, ahora X, en un esfuerzo por silenciar a los críticos de su tweet donde equiparó a los partidarios de Trump con los neonazis. Esta controvertida mezcla de política y censura en las redes sociales revela preocupaciones críticas sobre la libertad de expresión y el sesgo político en la era de la censura de Big Tech.
Durante su mandato en la legislatura estatal de Arizona, Hobbs lanzó un tweet polémico en 2017 atacando a Trump y a su base de seguidores. En este tweet, afirmó que "Trump ha dejado muy claro que está más interesado en complacer a su base neonazi que en ser presidente para todos los estadounidenses". Esta declaración generó una condena generalizada por parte de su audiencia digital. Sin embargo, Hobbs no tomó esta crítica a la ligera y continuó ascendiendo en su papel como secretaria de Estado de Arizona.
Los debates sobre la imparcialidad en la administración de las elecciones se encendieron después de que Hobbs publicara polémicamente en las redes sociales. El líder demócrata exigió la censura de los juicios en línea en su contra como resultado. Los correos electrónicos filtrados, confirmados por Arizona Capitol Oversight, una entidad política conservadora, revelaron que Hobbs contactó oficialmente a Twitter en noviembre de 2020 para sancionar a sus críticos en línea.
Cuando Twitter solicitó más detalles para respaldar la solicitud de Hobbs, no pudo proporcionar la evidencia necesaria. En lugar de eso, afirmó haber sido objeto de acoso por parte de opositores políticos, quienes etiquetaron sus comentarios como nazis. Hobbs continuó argumentando que habían manipulado un tweet de hace tres años para difundir mensajes amenazantes.
Las reacciones aún no han surgido a pesar de los innumerables llamamientos para obtener respuestas de X y Hobbs con respecto a las solicitudes de censura. Hay una creciente evidencia de que muchos más departamentos federales podrían estar minimizando deliberadamente su participación en la censura en línea, algo que no se esperaba. Estas revelaciones en desarrollo están arrojando sombra sobre el asunto.