La suspensión del acuerdo de granos entre Rusia y Ucrania ha generado incertidumbre en los mercados y preocupaciones sobre escasez y aumento de precios. Argentina y Brasil podrían llenar parcialmente este vacío, pero dependen de factores como el cambio climático. Además, la falta de inversión en infraestructuras en países como Estados Unidos ha causado problemas adicionales. Se deben tomar medidas para garantizar la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible.
La suspensión del acuerdo de granos por el que Rusia permitía la salida de granos ucranianos vuelve a dejar un importante hueco en la oferta mundial. Argentina y Brasil, también potencias agrícolas globales, tienen la posibilidad de llenarlo parcialmente, pero su capacidad de responder a la demanda depende de varios factores, algunos como el cambio climático, fuera del control de los gobiernos.
El acuerdo de granos del Mar Negro entre Rusia y Ucrania, que permitía la exportación de millones de toneladas métricas de granos ucranianos, ha sido suspendido por Rusia, lo que ha generado incertidumbre y volatilidad en los mercados. Esta suspensión ha llevado a preocupaciones sobre un posible aumento en los precios de los granos y escasez a nivel mundial.
El programa mundial de alimentos ha entregado 750.000 toneladas deayuda alimentaria a Ucrania en los últimos años, pero esta suspensión del acuerdo podría aumentar la necesidad de ayuda en el país.
Esta situación podría afectar especialmente a países del este de África, donde millones de personas sufren desnutrición. Ucrania es uno de los principales exportadores de alimentos a nivel mundial, siendo el quinto exportador de trigo y el tercer exportador de maíz. La suspensión del acuerdo ha provocado un leve aumento en los precios en Chicago, pero aún se encuentra lejos de los máximos alcanzados el año pasado durante la invasión rusa a Ucrania.
El programa mundial de alimentos ha entregado 750.000 toneladas de granos ucranianos a países con problemas de hambre. Reemplazar estas entregas no será fácil, ya que hay otros países que podrían proveer los granos, pero con mayores costos logísticos. Además, el cambio climático y la sequía han afectado la producción de estos países, limitando su capacidad de respuesta.
La suspensión del acuerdo podría tener implicaciones geopolíticas, ya que Rusia busca aumentar su influencia en la región y Ucrania busca diversificar sus socios comerciales.
Argentina y Brasil son potencias agrícolas que podrían aprovechar esta escasez y aumentar su producción para satisfacer la demanda mundial. Argentina es un gran exportador de trigo, pero ha enfrentado problemas internos en las últimas campañas, lo que ha llevado a una disminución en la siembra de trigo. Brasil, por su parte, es el segundo proveedor de maíz a Europa después de Ucrania, pero depende en gran medida de los fertilizantes provenientes de Rusia, lo que también ha sido afectado por la guerra. Sin embargo, reemplazar la producción de granos ucranianos no será una tarea fácil.
Además, la suspensión del acuerdo es un golpe para la economía ucraniana, que ya estaba exportando un 40% menos de lo que exportaba antes de la invasión rusa. La mayoría de las exportaciones ucranianas se realizaban a través del mar Negro, por lo que encontrar alternativas de transporte también será un desafío.
La suspensión del acuerdo de granos también ha generado preocupaciones sobre el costo de los alimentos en América Latina. Sin embargo, se estima que Argentina y Brasil cuentan con capacidad suficiente para abastecer su mercado interno y continuar exportando a otros países. Esta situación ha puesto en evidencia la importancia de modernizar las infraestructuras en Estados Unidos. La falta de inversión en infraestructuras ha dejado a este país con viejas redes de cables subterráneos de plomo tóxico, que podrían estar contaminando el suelo y las fuentes de agua potable.
La suspensión del acuerdo también afecta la economía ucraniana, que ya estaba exportando menos después de lacrisis política y la anexión de Crimea por parte de Rusia
Empresas como AT&T y Verizon se han visto afectadas por esta situación, ya que tendrían que invertir grandes sumas de dinero en reparaciones. El gobierno de Joe Biden ha propuesto un plan de 1,2 billones de dólares para reformar las infraestructuras, pero se considera insuficiente para abordar todos los problemas existentes. La modernización de las infraestructuras en Estados Unidos requeriría una inversión de 4,5 billones de dólares y afectaría a sectores como carreteras, edificios públicos y redes de comunicación.
Por otro lado, la Unión Europea está buscando asegurarse el suministro de litio en Chile para reducir su dependencia de China en la producción de baterías. Sin embargo, la extracción de litio en los salares del Norte chileno ha generado controversias debido a su impacto en las napas de agua.
En resumen, la suspensión del acuerdo de granos entre Rusia y Ucrania ha dejado un vacío en la oferta mundial, y Argentina y Brasil podrían beneficiarse parcialmente de esta situación. Sin embargo, reemplazar la producción ucraniana no será fácil y dependerá de diversos factores, incluido el cambio climático. Además, la falta de inversión en infraestructuras en países como Estados Unidos ha generado problemas adicionales, como redes de cables tóxicos que requieren reparaciones costosas. En el caso de Chile, la extracción de litio plantea desafíos ambientales.
En consecuencia, tanto los países como las empresas deberán tomar medidas para abordar estos problemas y garantizar la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible.