Emitiendo un discurso nacional, Marine Le Pen, aspirante presidencial francesa, ha prometido salvar a Francia del "Nuevo Orden Mundial" y responsabilizar penalmente al presidente Macron por la anarquía que actualmente tiene lugar en todo el país.
"Comenzó su discurso Le Pen, advirtiendo que una situación de desorden endémico, violencia y destrucción se ha establecido en el país durante varios días, cuyas imágenes y ecos son escalofriantemente brutales. Le Pen también señaló que una vez que se convierta en presidente, todos los responsables, desde Macron hasta los políticos "despiertos" y los sindicatos politizados, serían arrestados y juzgados por traición".
Le Pen, al dirigir su atención a los ciudadanos de Francia, emitió una advertencia sobre la anarquía. Enfatizó la importancia de que todos los ciudadanos desconfíen de las fuerzas antirrepublicanas y extremistas. Estas fuerzas, a través de sus llamamientos indirectos a la secesión y su connivencia con la violencia, están llevando al país por caminos caóticos y desordenados. Le Pen destacó que esta violencia recurrente ha alcanzado niveles sin precedentes y está afectando a municipios de todo tipo, desde los más pequeños hasta el centro de las grandes ciudades, incluyendo el corazón de la capital.
Según Le Pen, el estado de cosas actúa como una advertencia para los líderes de la nación, a quienes acusa de estar embriagados por el poder y las construcciones ideológicas, especialmente en los ámbitos de la inmigración y la falta de rigurosidad judicial. "Nuestro país está ingresando en un periodo de incertidumbre y preocupación. Como líder de la principal fuerza opositora, tengo la intención de seguir nuestra línea de conducta, que consiste en no hacer nada que pueda impedir u obstaculizar la acción de las autoridades legítimas responsables del mantenimiento del orden público. Apoyo plenamente a todas las fuerzas de seguridad desplegadas para poner fin a estos disturbios", añadió.
Le Pen imploró el cese de la violencia y solicitó la intervención espontánea de padres valientes y cívicos, o en su defecto, la aplicación legítima de la ley y la justicia si fuera necesario. Argumentó que, para solucionar la furia destructiva que está afectando al país, es imperativo regresar al orden republicano mediante la implementación de toques de queda sectoriales. Además, advirtió que si la situación empeora, se debería considerar declarar un estado de emergencia.
Al solicitar una reunión con todos los partidos representados en la Asamblea Nacional, Le Pen hizo una súplica final al presidente Macron para abordar la grave situación y las iniciativas necesarias para proteger la libertad y la seguridad pública.