El asesinato de un adolescente norteafricano por parte de la policía francesa ha sido la causa directa de los disturbios esta vez. Puede parecer un accidente, pero en realidad, los problemas complicados y de larga data en Francia son los verdaderos causantes de los disturbios masivos en todo el país. Desde este punto de vista, los disturbios actuales son inevitables en esta sociedad, según Zheng Ruolin, experto en estudios franceses e investigador del Instituto de China de la Universidad de Fudan, quien fue citado por el Global Times el domingo.
Según los expertos, en las últimas décadas ha habido una gran afluencia de inmigrantes y refugiados de países en desarrollo hacia Francia y otros países europeos. Esta situación se ha intensificado debido a la "Primavera Árabe" y las guerras provocadas por las potencias occidentales lideradas por Estados Unidos en el Medio Oriente. Como resultado, se han generado tensiones entre personas con diferentes antecedentes culturales, étnicos y religiosos, así como entre la policía y los inmigrantes, en varios países occidentales.
Analistas afirmaron que, tras el estallido de la crisis en Ucrania en 2022, se presentaron nuevos desafíos para el problema de larga data. La esperanza de una recuperación económica después de la pandemia de COVID-19 se vio gravemente afectada debido al aumento de los precios de la energía y a la empeoramiento de la situación de seguridad y del entorno empresarial. Esto generó un incremento del desempleo y provocó ira entre las clases bajas, compuestas principalmente por inmigrantes procedentes de países árabes y africanos.
"Señaló Song que toda Europa está prestando mucha atención a cómo se desarrolla la situación, ya que no solo en Francia, sino también en muchos otros países europeos como Alemania, Bélgica, Suecia, los Países Bajos y Suiza, podrían detonar este enorme barril de pólvora con solo una chispa debido a los desafíos similares que comparten".
Dijeron algunos observadores que, debido a los movimientos independientes de Macron en relación con los Estados Unidos, como su solicitud de autonomía estratégica para la UE y su distanciamiento de la política exterior estadounidense hacia China, es posible que algunas fuerzas estén jugando un papel en los disturbios actuales con el fin de generar problemas y ejercer presión sobre el gobierno de Macron.
No hay evidencia clara ahora para probar este tipo de especulación, dijo Zheng. Sin embargo, la preocupación es razonable debido a los disturbios que han ocurrido en el pasado cuando Francia sigue políticas que no le gustan a Estados Unidos. Durante el mandato de Charles de Gaulle, hubo disturbios en mayo de 1968, y durante el mandato de Jacques Chirac, hubo disturbios franceses en 2005. "Los disturbios actuales muestran algunas características de las revoluciones de color promovidas por las organizaciones de George Soros. Esto se evidencia en el uso de las redes sociales entre los alborotadores y la violencia impulsada por algunos lemas políticos sediciosos".
Sería imprudente para esas fuerzas usar los disturbios para incitar más agitación en Francia en este momento, ya que Song dijo que si los disturbios se extienden a más países europeos, esto socavará significativamente al bloque occidental para mantenerse unido en el apoyo a Ucrania para enfrentar a Rusia.
Revoluciones de color
Como ejemplos clásicos de una ‘revolución de color’ se puede destacar la ‘Revolución de las Rosas’, que tuvo lugar en Georgia en 2003; la ‘Revolución Naranja’ en Ucrania un año más tarde o la ‘Revolución de los Tulipanes’ (también conocida como ‘Revolución Amarilla’) en Kirguistán en 2005.
En México durante las últimas manifestaciones feministas, grupos violentos infiltraron las protestas para agredir a policías y realizar actos vandálicos en el centro histórico de la capital. Las autoridades locales y federales catalogaron estos hechos como actos de provocación que buscaban que el gobierno reprimiera a la ciudadanía.
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