No conozco al economista y catedrático de la Universidad Complutense de Madrid que le agrió, le arruinó la gira por España al Ministro de Hacienda de Argentina Nicolás Dujovne, simple casualidad que ambos somos cordobeses de origen, por lo que leí él 10 años menor y por lo tanto con neuronas activas menos desgastadas, compartimos profesión y, seguramente, también varios amigos en común entre los participantes al Foro España Internacional.
Uno de ellos, sorprendido por la manera, por el impresionante ruido y explosión comunicacional que, según él, unas simples preguntas rebotaron, repercutieron en Argentina, parecía que ellas los tomaron a los periodistas argentinos y a los medios de sorpresa, descolocados, con el pié cambiado, es como si dichas preguntas fueran algo insólito, por todos ignorado, temas que de repente aparecían.
En las salas de teatros, independientemente de la formalidad de la actuación, de la brillantez con que se interpreta la obra, siempre se presentan imprevistos, alguien del público que tose y no puede dejar de hacerlo, celulares que en medio de la función comienzan a timbrar, a éstos normales y conocidos imprevistos pueden semejarse las preguntas que el Catedrático Español y Dr en Economía le formuló al ministro de finanzas Argentino Nicolás Dujovne, éste, ni ningún otro que viaje con idénticas intenciones de captar inversores, debe extrañarse que le consultaran el por qué ellos deben confiar en Argentina cuando el mismo ministro mantiene sus ahorros en dólares en offshore fuera de Argentina.
Pero frente a la formalidad de los asistentes, del público educadamente sentados en sus butacas y que presumen escuchar, muchas veces la parte más interesante se desarrolla entre bambalinas, detrás del escenario o en el hall de espera, allí todos hablan y en libertad comentan, las verdades allí se entrecruzan.
Frente a la inmejorable interpretación teatral, maquillaje y decoración incluidos, para el que tuvo la suerte de transitar alguna vez detrás del escenario seguramente se encontró, tropezó con las mismas primeras figuras en paños menores, en ropa interior o menos aún, sin maquillajes, al natural, gritos, insultos y muy malos gestos, ésa es la verdadera realidad, todo lo demás es la ficción.
Nadie ignora que es una puesta en escena, ni el circunstancial expositor, en éste caso el ministro Dujovne, ni los obligados asistentes a los que se cita como una formalidad más, las felicitaciones y palmadas del ministro español Montoro deben registrarse dentro del mismo formato de compromiso, nada en esos foros se decide, es un farsa que debe continuar para algo mostrar en los titulares periodísticos, lo malo es cuando por un imponderable algo se escapa del libreto, es lo que sucedió.
A pesar que con cierta frecuencia hablamos y son receptores de mis informes me sorprendió el conocimiento que sobre la realidad Argentina tienen, el ingresar en los detalles demuestran que dejaron de lado las generalidades, el valor del dólar y la inflación los principales interrogantes de la economía Argentina, el lanzamiento anticipado de la campaña presidencial con el lanzamiento del Dr. Luis Zaffaroni como candidato presidencial de un unificado peronismo, seguras nuevas revelaciones de corrupción que a cuenta gotas irán apareciendo a medida que los grandes medios, u otras a tráves de medios internacionales, los vayan liberando de acuerdo a sus necesidades políticas, Panamá Papers y Odebrecht garantizan material y la nitroglicerina de la mayor pureza y efecto expansivo.
Y una gran duda sobre la que nadie en Argentina quiere hablar, ¿y si Macri no repite?
Bajo ese ambiente en el corto plazo hay que olvidarse de las inversiones genuinas, por ahora solamente las especulativas hasta que las luces rojas sobre el nivel de endeudamiento comiencen a encenderse.