Una adolescente de dieciséis años necesita un doble trasplante de pulmón en Australia debido a los efectos secundarios de la quimioterapia y la cirugía, pero los hospitales se niegan a brindarle tratamiento de emergencia. La razón que dan es que la joven no está vacunada, lo que la convierte en una "amenaza" para la salud de otros pacientes y personal médico si ingresa al recinto.
Los hospitales están intentando obligar a una niña a recibir un tratamiento médico que es peligroso para ella, especialmente debido a sus antecedentes de cáncer, y están reteniendo la atención vital de esta niña. El parlamentario australiano Russell Broadbent considera este comportamiento como homicida y criminal que debe ser procesado. Según Broadbent, recibió un mensaje de video de Dazelle, una niña de 16 años que necesita un doble trasplante de pulmón debido a los efectos secundarios de la quimioterapia y la cirugía. Dazelle ha estado luchando contra el cáncer desde los 13 años y ha pasado por varias rondas de quimioterapia, soporte vital y diálisis, y un trasplante de médula ósea.
Dos hospitales importantes se han negado a realizar un trasplante de pulmón a una persona que no ha recibido la vacuna contra el COVID-19. Al principio le dijeron que necesitaría dos dosis, pero ahora le exigen cuatro: tres por adelantado y un refuerzo en seis meses. La familia de la persona afectada considera que esto es un daño terrible y que los médicos deberían recordar su juramento de "no hacer daño".
Según se informa, Dazelle no es el único ciudadano australiano que ha sido privado de atención médica vital para salvar vidas debido a las políticas de vacunación del país. Una madre de Melbourne también fue rechazada para un trasplante que le salvó la vida bajo la política "no jab, no heart", y acusó al hospital de discriminación "ideológica" por negarse a recibir la vacuna Covid.
Vicki Derderian, de 47 años, ha estado en soporte vital mecánico desde el año pasado debido a un fallo cardíaco y necesita urgentemente un trasplante. Sin embargo, The Alfred Hospital decidió que no puede ser incluida en la lista de espera de donantes de órganos porque aún no se ha vacunado contra Covid.
"Según sus palabras, considera que es una forma de castigo. Los protocolos establecidos son muy rígidos y se basan en la idea de que sin vacuna, no hay corazón. Sin embargo, no existen estudios a largo plazo sobre la eficacia de las vacunas en pacientes trasplantados. Además, cuenta con una exención legal de ATAGI que no ha sido reconocida."
Aunque ha habido mucha atención pública sobre el caso, Alfred Health se niega a cambiar su postura y solo está dispuesto a reunirse con la Sra. Derderian para discutir sus preocupaciones acerca de la vacunación.
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