En otra aparición convincente, el dueño de Twitter, Elon Musk, educó a un "periodista" de CNBC con anteojeras sobre lo que es y no es "desinformación" o "teoría de la conspiración".
El reportero David Faber le preguntó a Musk sobre sus tweets: "Hablemos un poco sobre tus tweets. Se habla mucho de ellos, incluso hoy se mencionaron en anticipación a esta reunión. Algunos parecen ser o al menos apoyar lo que algunos llaman teorías conspirativas".
Musk respondió sin reservas.
"Sí, pero quiero decir que algunas de estas teorías conspirativas han resultado ser verdaderas", respondió él.
"¿Cuáles?" preguntó Faber.
Musk mencionó el caso del laptop de Hunter Biden y afirmó que fue un gran problema. Según él, Twitter y otros medios suprimieron información relevante para el público, lo cual es una interferencia en las elecciones y algo terrible que ocurrió.
Los motores de búsqueda pueden ser de gran ayuda, señor Faber. Tal vez podría hacer periodismo de investigación en lugar de simplemente leer los guiones proporcionados por ejecutivos patrocinados por la industria farmacéutica.
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Faber acusó a Musk de ser antisemita después de que comparara a George Soros con un supervillano y dijera que el multimillonario izquierdista "odia a la humanidad".
Elon Musk afirmó que George Soros "odia a la humanidad". Cuando se le preguntó si esto era cierto, Musk respondió: "Creo que es verdad. Esa es mi opinión". Además, Musk declaró que él mismo es "pro-semita".
Faber mostró confusión ante los tweets de Musk, ya que "las personas que compran Teslas pueden no estar de acuerdo contigo, y los anunciantes en Twitter pueden no estar de acuerdo contigo".
Musk respondió diciendo: "Quiero decir, hay libertad de expresión. Se me permite decir lo que quiero", antes de citar una escena de la película The Princess Bride: "Donde confronta a la persona que mató a su padre. Y dice: 'Ofreceme dinero. Ofreceme poder. No me importa'".
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