En Estados Unidos, la industria médica y farmacéutica ha sido criticada por su creciente enfoque en el mercado transgénero, especialmente en jóvenes vulnerables que luchan contra el autismo o su identidad. Esta industria se aprovecha de personas con desequilibrios hormonales, sometiéndolas a hormonas sintéticas que pueden empeorar su situación. Además, algunos pacientes han denunciado haber sido diagnosticados incorrectamente y manipulados para convertirse en clientes de por vida, sometiéndose a tratamientos hormonales y cirugías transgénero que les causaron daño físico y emocional. Las víctimas de estos "tratamientos" están hablando en contra de esta industria transgénero depredadora y compartiendo sus experiencias dolorosas.
Un reportaje encubierto llevado a cabo por James O'Keefe, quien antes trabajaba en Project Veritas, descubrió médicos que estaban dispuestos a hablar sobre la forma en que opera la industria transgénero. En una tercera parte de su serie que expone la negligencia médica y los protocolos depredadores en esta industria, O'Keefe entrevistó a varios médicos que testificaron sobre las prácticas depredadoras con fines de lucro en la industria.
El Dr. John Steever dijo que al principio hay muchas visitas al médico, pero con el tiempo se espacian a cada seis o doce meses. Por otro lado, el Dr. Matthew Warnken, farmacéutico en Austin, Texas, mencionó que si una mujer decide convertirse en hombre y continuar con la transición hormonal, deberá tomar testosterona de manera continua durante el resto de su vida.
El Dr. Matthew Pabis, de Nueva York, ha expresado su preocupación de que la industria esté dirigiéndose hacia los niños autistas. Durante una consulta con un paciente autista de 21 años que buscaba asesoramiento sobre salud mental, el joven le comentó al Dr. Pabis que había visto su trabajo en la transición de género y le dijo que quería que le cortaran el pene. El Dr. Pabis explicó al joven que la transición no es fácil y requiere inyecciones hormonales, pastillas y análisis de sangre. Si el joven sigue adelante con el proceso, podría obtener su vagina en un año. El Dr. Pabis cree que es importante que los médicos y consejeros de salud mental estén de acuerdo con el protocolo de transición antes de proceder con cualquier tratamiento.
Nora Scott, una trabajadora social en Dell Children's Medical Center, confirmó que la industria explota a personas en el espectro del autismo. Además, mencionó que hay muchas personas en su clínica que están en el espectro del autismo y que hay una gran cantidad de personas que se identifican tanto en el espectro del autismo como en el espectro LGBTQIA.
Parisha Mosley, quien ha hablado en contra de la transición de género, compartió su experiencia personal y cómo se sintió al atravesar por ella. Según sus palabras, esperaba curarse y sanar, pero no se dio cuenta de que esto implicaría una medicalización constante. Mosley mencionó que nunca imaginó que tendría que inyectarse medicamentos cada dos semanas para siempre.
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