El Ministerio de Defensa de China informó que Irán, Rusia y China llevarán a cabo ejercicios marítimos conjuntos en el Golfo de Omán por cuatro días a partir del 15 de marzo.
De acuerdo al comunicado, los ejercicios navales tienen como objetivo fortalecer la cooperación entre las armadas de los países participantes. Durante estos ejercicios se llevarán a cabo operaciones de búsqueda aérea, rescate marítimo, formación de desfiles navales y otras tareas dentro del marco de los simulacros.
Los simulacros comenzaron poco después de que las fuerzas aéreas de EE. UU. e Israel iniciaran un ejercicio aéreo de dos semanas centrado en Irán, que incluye vuelos de largo alcance y simula ataques en territorio enemigo desconocido.
El ejército de Israel informó que los simulacros que llevarían a cabo incluirían prácticas para lograr la superioridad aérea en la región, ataques aéreos conjuntos, defensa del área, interceptación de aviones enemigos, vuelos a baja altitud y ataques en un área desconocida con abundantes defensas antiaéreas.
La última vez que las tres fuerzas armadas se unieron para realizar ejercicios fue durante el ejercicio Vostok 2022 en septiembre. Además de los militares de Rusia, participaron personal militar de India, Bielorrusia, Armenia, Kazajstán, Mongolia, Tayikistán, Azerbaiyán, Argelia y otros estados.
Durante el fin de semana, Irán concretó un acuerdo con el Kremlin para adquirir 24 aviones de combate Su-35. Esto ocurrió pocos días después de que China mediara en un histórico acuerdo entre Irán y Arabia Saudita para restablecer sus lazos diplomáticos tras siete años de ruptura.
Además, Beijing será sede de una reunión de alto nivel entre los estados árabes del Golfo y funcionarios iraníes más adelante este año, como parte del impulso del presidente Xi Jinping para llenar el vacío dejado por Estados Unidos en Asia Occidental.
El acercamiento entre Teherán y Riad ha preocupado a Israel y EE.UU. Los líderes políticos de Tel Aviv se culparon mutuamente por no haber podido evitar este acuerdo, mientras que los funcionarios de Washington han intentado restarle importancia.