Desde hace muchos años que las navidades me entristecen. Y me entristecen porque desde hace muchos años que las navidades perdieron su “espíritu”. No, no es de ahora. Las navidades, como muchísimas otras cosas, hace décadas que las “prostituyeron” en vías de hacerlas del todo “rentables para la economía”. La “parte sentimental y tradicional” se vio abocada a desaparecer, porque a los que se han apoderado del poder NO les interesa para NADA.
Hoy en día se han convertido en un auténtico frenesí de compras absurdas, de no menos kafkianas comidas y cenas, de tener que aguantar a gente de la que no se vuelve a saber de ella hasta la próxima Navidad, y en que todo lo anterior las haya convertido en la más atroz “hipocresía” que se ha inventado en TODA la Historia del mundo.
Puedo entender que en los hogares, que no casas, hay una enorme diferencia entre casas y hogares, que haya niños, se tenga que seguir haciendo el tonto, pero en los demás hogares no entiendo la necesidad de hacer el tonto porque sí.
Pero a las puertas de la Navidad, qué menos que hacer un poco de repaso a la situación que muchos de nuestros conciudadanos están atravesando, lamentablemente. Y es que el hecho de que nuestros gobernantes sigan instalados “en su magnífico mundo de yuppie”, no es óbice que para una gran parte del resto de nuestra ciudadanía su cruda realidad sea muy diferente a la de ellos.
Y la cruda realidad para TODOS nosotros es que con su “NO saber hacer”, nuestra situación económica se ha agravado de forma significativa. En su alocado empeño de seguir con sus inventos del TBO, incluidos sus no menos desafortunados I+D+I, muchos de los auténticos dueños del peís se las están viendo más que canutas para llegar a final de mes. (¿Se acuerdan de dicho aquel de que “sobra demasiado mes cuando se acaba el sueldo”?, pues ya lo tenemos aquí con visos de quedarse permanentemente). ¿Y qué hacen ellos para remediarlo? Absolutamente NADA de NADA, y valdría más que sigan sin hacer NADA de NADA porque cada vez que hacen algo, se sube el pan, el gasoil y todo lo que se pueda subir, aunque sea antinatural.
Que uno de los ínclitos personajes que nos han llevado hasta nuestra actual coyuntura, se siga pavoneando en las redes sociales de “su afinado morro”, es un indicador más de lo que le importa a TODA esta serie de personajillos el pueblo al que tanto dicen amar y defender. O se han bebido el entendimiento, o se han bebido el entendimiento, porque no hay otra explicación. Y mientras el fondo de pensiones sigue acumulando pérdidas, él sigue a lo suyo, que vayan ustedes a saber qué es…
Que otro de los ínclitos personajes que nos han llevado hasta nuestra actual coyuntura, se permita el lujo de “recriminar” el “no saber hacer de sus herederos”, suena hasta a mal chiste de muy mal gusto. Parafraseando al de la “cuenta Soleada”, habría que decirle aquello de “por qué no te callas”. No entiendo su necesidad constante que tienen de abrir sus bocas, porque para NADA mejoran el silencio existente. Pero está visto y comprobado, que les encanta abrir sus bocas. Y como que TODOS sus “egos” están por lo visto y padecido por encima del bien y del mal, habrá que empezar a pensar en ponerle nombre; mi humilde propuesta para tal fin es “¡¡Egondorrano!!”. (Por favor, hagan ustedes sus propias propuestas).
Que otro de los ínclitos personajes que nos han llevado hasta nuestra actual coyuntura, porque ha estado ejerciendo de “palmero mayor del reino”, porque ha estado “riéndoles TODAS sus malditas gracias”, y porque “ha colaborado entusiasticamente” en TODOS sus esperpénticos mandatos, de pensamiento, palabra, obra y omisión, haga el “balance” que ha hecho de su “trayectoria”, según él mismo ha sido “el mejor de los veintidós”, y del todo “ejemplar”, es simplemente de “juzgado de guardia”.
Que el “egondorrano”, “de cuatro y el cabo”, sobre todo de un par o tres, impida que en las próximas elecciones se consiga la formación de un “gobierno de coalición”, en realidad habría que denominarlo de “gravísima emergencia nacional”, para sacarnos del profundo pozo dónde estamos, viene a demostrar que tanto a unos, como a otros, el pueblo soberano les importa un solemne bledo. Y así, de ésta manera, anteponiendo el “egondorrano” de unos pocos a los intereses de la mayoría, “¿dónde diantres se creen que vamos?”. A ninguna parte.
Hay que volver a “encontrar” el “espíritu navideño”, y mantenerlo durante TODO el año. Es la única manera con la que nos podremos salir de esta “TOTAL sinrazón”. El “amor”, casi siempre ha sido más efectivo que el “egoísmo”. Y cuando no lo ha sido, todo el mundo lo ha pagado de manera cruel, muy cruel. Ustedes eligen.
Servidor aprovechará estas fechas para poner al día cosas personales atrasadísimas, y que la vorágine del resto del año me impiden realizar. Y mientras tanto, seguiré esperando. Es un auténtico placer saber esperar si lo esperado es sencillamente maravilloso.
¡¡FELIZ NAVIDAD!!
Intenten ser felices, mientras se lo permitan las autoridades incompetentes.